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En un Sit Down Tragedy esta pareja se destapa y exorciza sus temores, arrepentimientos y frustraciones.
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Podrá ver a Santiago y a Martín los martes y miércoles en el Teatro Nacional La Castellana. Funciones a las 8:30 p.m.
Ustedes dicen que esto no es un stand up comedy, sino un psicoanálisis, ¿cómo es eso?
Santiago: es un boceto de psicoanálisis que yo intento hacerle a Martín para que expíe todas sus culpas. De esta manera él puede explicarle al público por qué es así y el porqué de nuestra relación.
En el transcurso de la obra teminamos sacándonos los “cueros al sol” y al final hay unas confesiones fuertes que por efectos de la sorpresa no las voy a mencionar. Tienen que vernos.
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¿Por qué volverse a reunir y en el teatro?
Martín: pensamos que era bueno hacer una vaina diferente, estar en otro espacio.
¿Qué momentos de su vida tocan en este montaje?
Santiago: recordamos anécdotas de cómo era el tras escena mientras hacíamos La Tele. También opinamos sobre la política y la colombianidad.
¿Cómo describen al colombiano?
Martín: hay que tener mucha fe para ser colombiano. Es creer en algo que no existe. En mi humilde opnión el problema es que no sabemos quiénes somos y por eso no podemos proyectarnos. Somos personas que no aceptamos nuestro mestizaje y que nos gusta que todo sea fácil. Pura cultura del traqueto.
¿Consideran que este psicoanálisis es un regreso de La Tele pero en el teatro?
Martín: es una mezcla de todo lo que hicimos. La Tele y El Siguiente Programa. Acá lo que hacemos es contar cierto tipo de historias con más detalle.
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¿Cuál es el recuerdo más placentero que tienen de esa época?
Martín: había grabaciones que yo disfrutaba, trabajaba con mucha euforia. También tomaba mucho y me divertía, aunque los guayabos eran la excepción.
Santiago: a mí me alegra recordar la espontaneidad con que decíamos las cosas. Ahora no diría todo aquello. Extraño la frescura con que miraba el mundo, no como ahora que observo la vida con amargura.
En ese sentido, ¿creen que todo pasado fue mejor?
Santiago. No, por ejemplo, con el montaje que estamos presentando hemos vuelto a sentir esa naturalidad. A eso se suma que ya no somos inocentes, podemos asumir los hechos con experiencia y madurez.
¿Cómo llegaron a ser amigos?
Martín: el vínculo fue Carlos Vives. Yo soy amigo de Carlos desde colegio y Martín fue su cuñado. En el año 92 nos presentó porque tenía el proyecto de La Tele. Pasamos tanto tiempo juntos que se terminó fortaleciendo la amistad.
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¿Qué odian el uno del otro?
Santiago: la falta de ‘cumbamba’ de Martín. A mi me gusta la gente que tiene el mentón pronunciado. Y creo que él detesta de mí la brusquedad para hablar. Pero bueno, nos hemos adaptado a esas pequeñeces.
Siempre han expresado que su intención nunca fue entretener a la gente, ¿cuál era entonces?
Martín: opinar sobre lo que ocurre en la vida propia y en la de los demás.
¿Cómo es la ‘chibchombia’ de ahora?
Santiago: peor porque es igual a como estábamos hace 20 años. Vivimos en esta paradoja y en un eterno retorno. La gente sabe que la engañan y no le importa, sigue caminando de la misma manera.
¿Colombia es una buena fuente de humor?
Martín: trágicamente sí.