¿Hay una crisis económica? Los anuncios de salida de dos importantes multinacionales el pasado viernes han puesto la alarma para muchos colombianos sobre una economía en un estado complejo, que sufre los golpes de no contar con los recursos de las rentas petroleras, pero que está todavía lejos de una situación crítica.
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En la opinión de dos expertos consultados por PUBLIMETRO, ha habido una “exageración” con la salida, particularmente de las operaciones de banca personal de Citibank, que sumada a las noticias negativas que rodean el país, puede generar una situación muy compleja.
Para el decano de la Facultad de Economía de la Universidad Externado, Mauricio Pérez, extrapolar decisiones privadas de una empresa para hablar de una crisis política es exagerado, si no se consideran las condiciones que provocaron su salida.
“Hay que tener en cuenta el contexto en estas decisiones. Ripley intentó entrar a un mercado económico muy competitivo y no fue suficiente. En el caso de Citibank hablamos de un reacomodo internacional de sus operaciones, e igual va a vender sus bancos internacionales”, dijo.
El decano de la Facultad de Negocios Internacionales de la Universidad del Rosario, Mauricio Escobar, destacó la dificultad para hacer negocios en el país. “Las noticias tan negativas en el proceso de paz y los indicadores como el que el país es el tercero más complicado para hacer negocios en el mundo se combinan y pintan una percepción negativa de la economía colombiana”, afirmó.
A pesar de eso, Escobar resaltó indicadores positivos que muestran cómo la economía colombiana no está tan mal. “La industria ha crecido en los últimos meses. Obviamente apostar por una economía petrolera en los últimos 10 años fue un gran error y se secó la vaca lechera de la que vivíamos, pero los indicadores no son tan negativos”, puntualizó.
¿Cómo arreglar la situación?
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Detrás de la decisión de Citibank y Ripley hay una serie de factores macroeconómicos serios que definen una situación económicamente compleja. Precios volátiles del petróleo, un dólar demasiado alto que afecta los productos importados y una demanda estancada son preocupantes para varios sectores de negocios.
“No se sabe cómo va a ser el golpe en las exportaciones nacionales, y estamos ya importando más de lo que exportamos. Hay que buscar ese equilibrio en la balanza de pagos y dejar de financiar las importaciones adicionales a punta de préstamos”, opinó Pérez.
Según el decano del Externado, en este punto es necesario que el recorte del presupuesto de 6 billones de pesos anunciado por el ministro de Hacienda, Mauricio Cárdenas, sea aplicado con cuidado para acabar con gastos innecesarios y mantener los apoyos a la inversión.
“Hay rubros del presupuesto que se invierten de manera ineficiente, la famosa ‘mermelada’, y que deben acabarse o reducirse sustancialmente. Pero otros apoyos y subsidios ayudan a impulsar la economía, como los programas de vivienda. Demasiados recortes pueden frenar la economía reduciendo los incentivos para invertir”, opinó
“La tributación es demasiado alta y compleja”
Por su parte, Escobar consideró el peso de uno de los mayores problemas en el país económico: un sistema tributario extremadamente complejo, tanto en el número y valor de impuestos como en el procedimiento para pagarlos.
“El Gobierno no es claro en lo que hace y no hace. Hicimos reforma tributaria y es más difícil pagar impuestos. Se aumentó la base tributaria poniendo a pagar a más personas el impuesto de renta, pero eso aumenta los costos. Y políticas como la del impuesto de vehículos, me parece que son una completa improvisación”, dijo.
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La presencia de toda serie de impuestos para empresarios y personas naturales se ha convertido en un serio dolor de cabeza para el Gobierno, que prepara una reforma tributaria para presentarla en las sesiones ordinarias del Congreso el próximo marzo. Escobar expresó sus deseos de que la reforma no enrede aún más el tema tributario.
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“Si la economía no va a estar muy bien a futuro, lo peor que se puede hacer es contraer aún más la economía con más impuestos. Lo ideal sería tratar de relajar un poquito la carga tributaria, menos difícil y menos costoso el pago de impuestos, y esperar que la economía desde el sector privado y contribuyentes fluya de forma más libre”, concluyó.
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