Johana Guerra y Lina Piñeros fueron discriminadas con excusas inverosímiles a la hora de alquilar un apartamento para vivir en Bogotá. Estas son las barreras que encuentran personas LGBTIQ para rentar vivienda en Colombia.
Cuando decían que eran pareja la actitud de los arrendadores cambiaba completamente y tenían que volver a empezar desde cero su búsqueda.
Como ellas, son muchas las personas de la comunidad LGBTIQ que se tienen que enfrentar a las barreras que les imponen otras personas para poder conseguir una vivienda.
Se trata de algo que, además, las enfrenta cara a cara con la discriminación y las consecuencias que esto trae para sus vidas.
Guerra cuenta que la primera vez que las discriminaron ocurrió cuando ella fue a ver un apartamento que les gustó mucho a ambas pero lo hizo sola, por lo que le dijo contactó a Piñeros con el arrendador para cuadrar una cita para que ella fuera a conocer el inmueble.
«Yo llegué a ver el apartamento al día siguiente y yo creo que él pensaba que era para alguna de las dos nada más. Yo lo vi, le dije que me encantaba y le solicite hacer los papeles (…) Me preguntó para quién era y le respondí que era para las dos. De una cambió la actitud», relata Piñeros.
Según asegura, el hombre se «inventó cualquier excusa» y les dijo, apenas un día después, que decidió no arrendar el apartamento porque «salieron otros planes y ya no estaba disponible».
Los miembros de esta comunidad se tienen que enfrentar a una «relación de poder desigual» a la hora de acceder a una vivienda bajo arriendo.
Así lo asegura el informe «5 derechos en clave trans», publicado por el Grupo de Acción y Apoyo a Personas Trans (Fundación GAAT).
EFE
Barreras que encuentran personas LGBTIQ para rentar vivienda en Colombia