Faltan trece años para que suceda o no, pero ya se está hablando mucho del Mundial 2030. Lo que nació como idea en la mente del fallecido Julio Grondona y fue secundada por las autoridades de la Asociación Uruguaya de Fútbol, hoy es un proyecto serio.
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Argentina y Uruguay unieron fuerzas para realizar las Copa del Mundo del 2030, apelando a la nostalgia y el sentimentalismo del primer campeonato realizado hace casi un siglo en suelo oriental.
Incluso, Lionel Messi y Luis Suárez salieron promoviendo el Mundial en sus tierras, durante el partido que disputaron ambas selecciones en las eliminatorias sudamericanas camino a Rusia.
Sin embargo, lo que era un sueño de dos pasó a ser de varios y comenzaron los problemas. Paraguay, en voz del presidente de la nación, Horacio Cartes, afirmó que el país guaraní se sumaba a la organización del campeonato 2030.
Pero, en Uruguay no cayó bien esta adhesión, ya que fue acordada entre el presidente argentino, Mauricio Macri, el presidente de la CONMEBOL, Alejandro Domínguez, y el mencionado Cartes, sin consulta a ningún ente futbolístico o gubernamental del país charrúa.
En Uruguay no cayó en gracia que Paraguay se una a la candidatura, ya que al malestar de no ser consultado se le une el temor de perder relevancia en la organización. Por eso, el Secretario General de Deportes de aquella nación aclaró que la adhesión guaraní todavía no puede ser oficial, aunque Macri y Cartes digan lo contrario.
“Nadie descarta la posibilidad de integrar otros países en un futuro, uno o quizás más de uno, pero eso lo dirá el tiempo y el nivel de exigencias y requerimientos que haya que cubrir y cómo podemos responder desde la región. Hasta tanto no se formalicen las solicitudes y se estudien debidamente por parte de las delegaciones de Argentina y Uruguay, no se puede incluir ni descartar ninguna de las propuestas”
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Así como en la nación oriental, en Chile también pusieron el grito en el cielo. Según se rumorea, los australes tenían la promesa por parte de Argentina y Uruguay de que en caso de aceptar un tercero, ellos serían los elegidos.
Pero, Argentina nunca estuvo seguro de este compromiso y prefiere a Paraguay antes que a Chile. El acuerdo entre gauchos y guaraníes es visto por los chilenos como “una jugada poco seria”.
Mientras abajo se pelean como perros y gatos, otras naciones del mundo se distancian de la nostalgia y pretenden el Mundial 2030 para ellos. Es el caso de Inglaterra y China, los dos máximos contendores de los sudamericanos para quedarse con el campeonato FIFA.
Los de acá discuten, los del otro lado del mundo se frotan las manos.