En enero de 2015, el colombiano Roger Martínez quiso motivarse escribiendo esta frase en su cuenta de Twitter. Había llegado casi tres años antes a Argentina y peleaba por brillar como una estrella, pero en su carrera había oscuridad. Los seis meses anteriores los había jugado sin éxito alguno cedido en Santamarina de Tandil, un recién ascendido a la Segunda División argentina. Ya había vuelto a Racing de Avellaneda, su club, pero sabía que lo prestarían nuevamente.
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Ese día tuiteó: “A veces leo y salen esas frases que a uno lo motivan mucho cuando está malgeniado o sin ánimo”. En entrevista con FIFA.com, el colombiano confesó que un año y cuatro meses después de aquella descarga en 45 caracteres, sacada de un libro motivacional que le regaló su representante, Roger Martínez brilla hoy en el Racing de Argentina y con 21 años, es uno de los delanteros de referencia y fue la figura de la clasificación colombiana al Torneo Olímpico de Fútbol Masculino Río 2016 al vencer 2-1 a Estados Unidos con dos goles suyos en el partido de vuelta del repechaje.
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“Estaba muy confiado en que podíamos tener una buena noche como grupo pero en lo personal no me imaginaba vivir ese momento. El fútbol te regala cosas que son muy lindas”, aseguró recordando la noche de Texas, en la que se sobrepusieron con fútbol a una ida en Barranquilla que terminó con un incierto 1-1.
Asimismo, contó que “no teníamos presión por eso. Estábamos muy motivados y ser un grupo muy unido en el que parecemos familia nos llevó a conseguir el buen resultado que necesitábamos”. Más allá de esa comunión grupal, Martínez cuenta que el psicólogo Rafael Zabaraín jugó un papel clave antes de la revancha. Zabaraín apuntaló psicológicamente a la delegación olímpica colombiana que ganó ocho medallas en Londres 2012 y decidió usar su experiencia.
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“Antes de jugar nos mostró un video de cómo era la estadía en la Villa Olímpica, de todo lo que había y se disfrutaba”, cuenta Roger. “A mí y a todo el grupo nos motivó muchísimo. Son cosas que uno no tiene la dimensión. Nos ayudó mucho a sacar el resultado adelante. Lo vimos y no nos queríamos perder los Juegos por nada del mundo”.
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A menos de cuatro meses, en Racing ya le marcó gol de taco a Boca, hizo un golazo al Bolívar por Copa Libertadores y otros dos gritos en un equipo que tiene a Diego Milito y Lisandro Licha López como atacantes estrella.
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“Es el mejor momento de mi carrera. Me siento muy feliz. Cuando tengo enfrente un rival sólo pienso en eludirlo. Los compañeros y el cuerpo técnico que tuve en Aldosivi me ayudaron mucho, me dieron mucha confianza. Y cuando volví a Racing pasó lo mismo”. Sigue amando las carimañolas, un pastel frito de yuca típico colombiano, pero no le da más el gusto a la abuela. «Ahora ya le digo que no», dice con una sonrisa.
En Río 2016 Colombia tendrá en él, en Andrés Rentería y, tal vez, en Falcao, el poder de gol para soñar con pasar por primera vez una fase de grupos olímpica ante Suecia, Japón y Nigeria. “Tenemos un grupo humano muy bueno, jugadores buenísimos individualmente. Vamos a tratar de jugar siempre con la misma alegría que caracteriza a los colombianos. Ojalá que esa alegría se demuestre en la cancha y podamos hacer una buena campaña”.
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