Llega a salas de cine del país ‘Las mejores familias’, una película colombo peruana en la que el director Javier Fuentes-León aborda con humor y sátira la realidad de las brechas sociales en Latinoamérica.
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El elenco incluye a Tatiana Astengo, Gabriela Velázquez, Gracia Olayo, Grapa Paola y al colombiano Roberto Cano. Es una producción de Dynamo y El Calvo Films, distribuida por Cine Colombia.
En Las mejores familias, su tercera película, Javier Fuentes-León recurre a la comedia negra y a la sátira para suscitar una conversación sobre temas sociales, políticos y culturales. Los mismos que ponen en evidencia la vigencia del racismo, del clasismo y la homofobia, aún presentes en su natal Perú y el resto de Latinoamérica.
“Me interesaba mucho hablar de los prejuicios. En un principio el guion se basó en la homofobia hasta que me di cuenta de que ya había hablado de eso, de cierta manera, en mi primera película Contracorriente. Ahora me interesa hablar más de otros prejuicios”, sostiene el director, quien encontró en el humor la herramienta apropiada para invitar al espectador a reflexionar, por medio de la risa, sobre las fallas sociales.
El resultado es un filme coral (con muchos personajes) en el que dos familias se reúnen durante un almuerzo para festejar los 65 años de Alicia y Carmen. Estas dos mujeres de la clase alta peruana son muy amigas y vecinas, pues sus mansiones, que ocupan toda la manzana, están conectadas por el jardín, donde hay una ‘casita de muñecas’ que hace años perdió su función, y que ahora sirve para esconder secretos que avergüenzan a sus “familias decentes”.
Las mejores familias no es una película estrictamente biográfica, pero sí refleja de cierto modo ese mundo de clase alta en el que creció y se formó el cineasta. Un sector de la sociedad que espera que algún día se quite la venda de los ojos y pueda entender que, sin renunciar al privilegio, se puede ayudar a mejorar la vida de otras personas.
“El problema no es el privilegio… sino ser ciego a la ventaja enorme con la que se empieza a caminar en la vida. Esa ventaja que regala acceso a la educación, a la buena alimentación, a contactos, relaciones, dinero, poder e, inclusive, el permiso a poder soñar y la seguridad de que, si se sueña y se trabaja, quizá se pueda lograr”, explica el director.
En la película, esta situación se retrata perfectamente con el contraste entre las amigas Alicia y Carmen frente a Luzmila y Peta, dos hermanas que tienen que atravesar toda la ciudad para llegar a las casas de estas dos señoras, donde trabajan como empleadas, aunque en el fondo podría decirse que son sus ´segundas madres´.