Cultura

Guía práctica para gozar el Hay Festival Cartagena 2019

Las guías prácticas suelen sacarlo a uno del embolate de no saber qué hacer ante lo novedoso o lo desconocido. Normalmente hay guías para cocinar, para ser papá, para solucionar problemas con las tuberías de la casa y hasta para viajar. En las sugerencias de Google al poner “guía para” sale desde cómo invertir en la bolsa, hasta cómo leer la biblia. Sin entrar en esos campos, lo que sigue es una guía para que el Hay Festival Cartagena 2019 no pase como un evento más de los que se promocionan en La Heroica.

Primero, el contexto. El Hay Festival nació en Hay-on-Wye (Gales) como un escenario para la diversión. Sí, en 1987 un grupo de amigos se reunió para contar historias y generar nuevas ideas. Hoy, su espíritu busca mantenerse en Cartagena, lugar en el que por estos días llega la versión 14 y en el que es sencillo dejarse seducir por la brisa, el calor, la oferta gastronómica y el ambiente festivo. La cultura hace buen juego con este ambiente y por eso cuando la música, la literatura y el periodismo lo acompañan, todo parece estar listo para que las ideas fluyan y se dé el espacio para la creación.

Uno: la llegada

Si es la primera vez que va a Cartagena, recuerde aclimatar su corazón para el ambiente costeño. Deje la prisa y tómesele suave, porque así haya cuadrado entrevistas, reuniones clave, almuerzos de trabajo y uno que otro coctel para repartir tarjetas de presentación, lo más importante acá es caminar despacito, respirar con calma, inspirarse e inspirar. No puede ser de otra manera, porque para escuchar al fotógrafo noruego Morten Stroksnes narrar cómo fue la travesía para encontrar al tiburón boreal, se necesita una mente dispuesta a absorber las emociones que surgen cuando habla de lo que lo apasiona.

Decante toda la información que recibió en el día en una caminata por la ciudad amurallada, y no pare de caminar, porque así quizás pueda perderse en un bar de salsa o termine bebiendo algo en la plaza Santísima Trinidad, en Getsemaní. ¡Nada mejor que dejar a un lado los mapas de turista y dejarse guiar por la propia intuición de viajero!

Dos: el festival

Como con cualquier cosa en la vida, la gula no le hace bien al cuerpo, ni a la mente. Por eso, no se sobrecargue y revise primero la programación que le entreguen o que está en la página web hayfestival.com/Cartagena, y escoja lo que más le guste. ¿Una charla para hablar de periodismo de investigación? ¿Le interesa la gastronomía? ¿La fotografía? ¿La literatura? La diversidad en la cultura permite que un festival como estos le dé opciones a todos los asistentes para que la inversión en las boletas valga la pena. Tip adicional: equilibre bien el tiempo entre charlas oficiales y no oficiales. Si el origen del Hay fue con amigos, no pierda la costumbre y dele el lugar que se merece a la reflexión activa luego de los conversatorios que puede ser en un bar, un restaurante o las calles de la ciudad amurallada.

La versión 14 del Hay Cartagena tiene una amplia oferta con invitados para saciar cualquier deseo creativo. Sí, el 3 de febrero la chef colombiana Leonor Espinosa conversará con Rafael Cartay, teórico de la gastronomía venezolana, acerca la cocina afrocaribeña. El mejor consejo aquí está en prepararse ampliamente con el testeo de decenas de platos que ofrecen los restaurantes de cocina regional. Allí puede aventurarse a identificar qué preparaciones pueden tener influencia afro. De esta manera puede llegar más preparado y satisfecho para que a la hora del almuerzo del domingo (12:00 p.m. a 1:00 pm.), en la Institución Universitaria de Bellas Artes y Ciencias de Bolívar (UNIBAC), se hable acerca de la influencia de la cultura africana en las gastronomías de Colombia y Venezuela.

Como dice el comunicado oficial “la intención del conversatorio es buscar esos hilos conectores entre comer, la salud y la despensa de los países participantes, y en entender cómo estos discursos se entretejen para formar lo que conocemos como cocina afrocaribeña”.

 

Tres: luego del festival

Resulta valioso que el origen del Hay esté ligado a ideales que a veces se pierden en la rutina diaria: divertirse, dialogar, ser felices y crear. ¿Cuándo fue la última vez que salió con amigos, se olvidó de sus problemas, dejó el celular y dedicó ese tiempo a la creación que surge del diálogo? Tras cuatro días de cultura y ambiente cartagenero, los resultados no los puede dejar apenas en unas fotos esnobistas para Instagram, la inspiración debe servir para que su entorno real se alimente con nuevas ideas.

La posfiesta de las ideas no será un guayabo intelectual, sino la oportunidad de sembrar lo que se cosechó en Cartagena. Probablemente deba respirar y caminar más rápido y olvidar la brisa caribeña, pero el placer de los sentidos no se quedará solo en la nostalgia, sino servirá de herramienta para aportar al mundo de la creación desde cualquier campo de la cultura.

 

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