Desde el año 2019 le he puesto el ojo a la grave situación que se presenta en el país, donde en operaciones militares por parte de las Fuerzas Militares de Colombia, han sido asesinados menores de edad. Las cifras son crueles y duras, niños que fueron reclutados en esta burda guerra, que nos ha agobiado a lo largo de tantos y tantos años.
Hace unos días, un mensaje de WhatsApp me despertó, era Hollman Morris, quien estaba en Villavicencio. Había viajado por una información que le llegó, se hablaba de un nuevo bombardeo y la información preliminar: niños víctimas de este vejamen. Las redes sociales encendieron las alertas, las tendencias hablaban de esta denuncia que estaba haciendo Morris en el Tercer Canal y el gran despliegue informativo que le estaban dando. Información cruda, sin censura, mostrando una realidad de lo que pasa en el país, los llantos de las familias que buscaban entre la poca información de Medicina Legal.
Sus hijos los habían reclutado siendo unos niños, cambiaron los juguetes por fusiles, sus clases en escuelas se convirtieron en cursos de cómo asesinar a sus oponentes, inocentes de lo que pasaba, sin entender esta guerra estúpida que nos ha marcado, sin saber que una bomba acabaría con su vida.
Me di a la tarea de preguntar a Medicina Legal: ¿Cuántos menores de edad han sido asesinados por las FFMM en operaciones militares solo en el gobierno de Iván Duque? Y la respuesta es más escalofriante: 25 menores de edad han sido asesinados por las Fuerzas Militares, sin contar con los 12 menores desaparecidos en el Guaviare y del cual Holman Morris nos informó a todo el país y que al parecer murieron en el bombardeo.
Estos 25 menores se suman a los 301 reportados por Medicina Legal entre el 2004 y el 2018, entre los gobiernos de Álvaro Uribe Vélez y Juan Manuel Santos, además se reportan menores de 4 años víctimas de este horror que se carcome a nuestra sociedad y donde la respuesta del estado es una sola: el bombardeo.
Me pregunto, ¿cómo puede dormir un Ministro de Defensa o un Presidente con tantas muertes en sus hombros? ¿Cómo pueden estar tranquilos sabiendo que asesinaron a niños? ¿Por qué no se ha pronunciado CINUPRA, que es la Comisión Intersectorial para la Prevención del Reclutamiento forzado, creada en el 2017 y que preside la vicepresidenta?
Ahora solo falta esperar y que nos respondan por Samir Navarro, Zaira Guerrero, Karen Chávez, Rosa Jaramillo, José Macías, Danna Montilla, Yeimi Vega, Yiseth Macías, Marlon Mahecha, Jorge González y Wilder García, quienes fueron víctimas del reclutamiento y que habrían sido asesinados en el bombardeo en la vereda Buenos Aires en Guaviare. Estos nombres hoy retumban en las redes gracias a la denuncia del Tercer Canal y del periodismo que debe predominar en el país, el periodismo que va al lugar de la noticia, con las víctimas, con las voces, en el cemento, en el barro y no, el periodismo que espera en un escritorio a que le llegue la noticias o solo leer comunicados de prensa.
Pero las respuestas a todos los interrogantes planteados al gobierno son más vergonzosas y sus actuaciones hablan por sí mismas, todos se lavan las manos y nadie quiere asumir la responsabilidad. Bien dice el dicho: cuando se destapa la alcantarilla, nadie quiere que se le impregne el olor de la cloaca.
Por. Andrés Hernández