Después de tanto tiempo de ausencia, he decidido volver y, es necesario aclarar que este retorno no es casual. Han pasado muchas cosas en estos meses: un mundial, una miss transgénero que participará en el próximo mundial de la belleza, (¿se llama mundial de belleza?), una media maratón, unas elecciones presidenciales, unas derrotas presidenciales y hasta la posible renuncia de un senador, más o menos importante (¡ja, ja, ja!).
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Pero y entonces, ¿qué ha pasado en el universo LGBTI en estos días? Bueno, quiero contarles que en nuestro país, aunque persisten los desafortunados y dolorosos actos de discriminación, violencia y muerte sistemática a personas LGBTI, hay personas que siguen y seguirán trabajando por un país libre de prejuicios: de hecho Colombia ya cuenta con Política Pública LGBTI. ¡Felicitaciones a todas las organizaciones sociales, líderes y expresiones LGBTI de nuestro territorio! Sin dudas mucho, muchísimo por hacer, pero también mucho que conmemorar y valga la cuña, mucho que observar y cuidar con este gobierno que arrancará el próximo 7 de agosto.
Y es que este tema de los prejuicios es un asunto bastante serio. De hecho si ustedes lo recuerdan hace unos meses escribí sobre cinco de los prejuicios que recaen sobre los hombres gay y me faltaron estos cinco que quiero compartir con usted estimado lector, no sin antes recordarle que la verdad absoluta no existe y que está en usted deconstruir tanta falsedad que circula sobre las personas LGBTI.
6. «Los hombres gais no somos estables y por ello somos incapaces de conformar familia o criar niños»: ¡Gran debate que suscita esta afirmación! Sin dudarlo estos dos asuntos han sido “el caballito de batalla” en contra de nuestros derechos. Puedo decir que luego de varios años de aprobado el matrimonio igualitario y la adopción por parejas del mismo sexo en nuestro país no se han casado todas las parejas del mismo sexo, y siguen casándose mujeres y hombres heterosexuales. No se ha acabado la raza humana, siguen existiendo niños y niñas sin hogar en busca de una familia y el problema de la sobrepoblación sigue existiendo. Es decir, querido lector: que esas patrañas sobre nosotros cada vez se desvirtúan con más consistencia.
7. «Que sólo pensamos en estar en el gimnasio y vernos bien»: Aunque es un piropo, creo que es un error encasillar a los hombres gais de manera exclusiva con una manera de vivir y de construirse. A nuestro modo, los hombres gay construyen una estética que está basada en algunos casos en una belleza occidental y capitalista, que si bien es cierto no cae bien en todos las esferas sociales e inclusive políticas, lo cierto es que cada quien tiene derecho a verse, vestirse, actuar y expresarse como desee, siempre y cuando no pretenda imponer su estilo de vida como la única y mejor posible. De lo contrario, ¿de qué diversidad estaríamos hablando?
8. Que somos creativos, tenemos buen gusto: Otro piropo interesante que también se basa en aquellas conversaciones en las que nos ponen a los gay como los mejores amigos, los más queridos y con cierta y enrarecida forma de ver el mundo. Si bien es cierto muchos artistas, diseñadores, estilistas e inclusive modelos son abiertamente gay; lo cierto es que también existen gay que han desarrollado su vida en otros escenarios. Hombres que sin encajar en este estereotipo viven desde su masculinidad la posibilidad de no ser buenos para la peluquería, el dibujo, la moda o inclusive tienen una letra no tan legible.
9. Que somos causantes de la epidemia del VIH /SIDA: Si bien es cierto la prevalencia de VIH en hombres gay es elevada y es importante prestarle atención, prevención y mucha información, es importante aclarar que una cosa no tiene que ver con la otra, porque todos los seres humanos, sin importar nuestro sexo, género, orientación sexual e identidad de género, podemos infectarnos. Y aunque, repito, hay tendencias e indicadores que nos ponen en un lugar mucho más complejo: el cuidado, la protección y el respeto por el otro es un asunto de todas las personas.
10. Que odiamos a las mujeres: Yo diría que esta afirmación tiene un rotundo no como respuesta. El hecho de que nuestro espectro sexual y amoroso no se dirija hacia las mujeres no las convierte en enemigas ni objetivos militares: no son nuestra competencia en el amor. Debo acá recordar que por el hecho de dirigir nuestro deseo erótico y afectivo hacia otros hombres; siempre estableceremos una relación con nuestros pares. Acá, queridos hombres heterosexuales, les quiero decir que no los vemos como comida, ni a sus esposas y novias como enemigas, si mucho exaltaremos su belleza, inteligencia y haremos de estos incomodos momentos una charla divertida que no pasará de allí.
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Si luego de estas diez claves aún le quedan prejuicios hacia los hombres gay, quiero decirle querido lector que la reflexión no estará en la falta de información si no en un deseo rotundo de no querer ver el mundo en su diversidad. La vida es multicolor, llena de matices, formas de ser, formas de construirse y maneras de reconocernos. Por último, recuerde que la especie humana es la única que ve con malos ojos la diversidad sexual, la homosexualidad no es ajena a la naturaleza, a la vida y no puede asociarse a una enfermedad, un delito o una aberración… ¡en cambio la homofobia sí!
Por: Juan Carlos Prieto / @jackpriga
Director de Política Pública LGBTI de Bogotá