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Pepe

Conducía un Renault 16 plateado y hasta en eso era diferente. No era fácil ver esos modelos en Colombia, que era una perfecta mezcla entre el Renault 6 y el Renault 12 y de los que acá no vinieron más de 5 o 6. Lo curioso es que él no había escogido ese auto para parecer distinto, ni mucho menos: le debían un dinero de esos que parecía imposible de recuperar hasta que un día le dijeron que si él, en su infinita bondad, podía aceptar un carro como parte de la condonación de la deuda. Y Pepe, buen tipo y despegado de todo, dijo que sí, que el carro no solamente le iba a servir para transportarse; también era un elemento de utilería clave para ubicar en medio del taller de Pachín Chemas antes de entrar al aire. Es ahí que aparece el Renault 16 en su vida.
Eso me lo contó un día su hija Magdalena, que también lo recordaba escribiendo en la madrugada, en medio de una densa nube de cigarrillo cuando ella era una niña. Hasta ahí llegaba ella y Pepe la acercaba, la consentía y mientras seguía escribiendo el libreto y el plan del trabajo de ese día, la dormía y la dejaba de nuevo en su cuarto. En el Renault 16 fueron varias veces ella y él para grabar “Don Chinche” y Magdalena alguna palomita tuvo en esa serie, una de las más gigantescas obras televisivas creadas en Colombia.
Se ha hablado muchísimo del valor que Pepe Sánchez les dio a los actores, como hombres pensantes y no como los típicos y anticuados recitadores de ocasión con voz impostada frente a las cámaras. Quería que actuaran, que tuvieran un rol, pero también que transmitieran algo de sí mismos. Quería naturalidad y cercanía y siempre en sus series lo consiguió a partir de esa creencia tan genuina de, en un mundo de máscaras, poder hacer vivir la actuación sin ellas puestas.
No fue ajeno al fútbol porque entendía su valor popular. Por eso se arriesgó a hacer “Los colores de la fama”, una serie adaptada de la novela homónima de Fernando Ayala que contaba las desdichas de Víctor Carabalí, un muchacho humilde al que la vida le daría luego varios sopapos.
Pero su mejor approach al fútbol lo hizo en “Don Chinche”. En un duelo en el que Don Chinche –Héctor Ulloa- y Eutimio Pastrana Polanía –interpretado por el inmortal Hernando Casanova- debían defenderse de sus declarados enemigos de barrio Eraos Pedraza (Víctor Mallarino) y William Guillermo (Luis Eduardo Arango) deciden echar la suerte en un partido de fútbol. Sin embargo los modestos refuerzos del Chinche palidecieron inicialmente ante los fichajes de la dupla Eraos-William Guillermo_ eran Gabriel “La Pantera” Martínez y Fernando “Pecoso” Castro, jugadores profesionales para esos tiempos de Independiente Santa Fe. (Está en youtube).
Una genialidad de Pepe la de colar a dos jugadores activos en medio del plató. El “Pecoso” después diría que él aceptó porque le daba orgullo actuar al lado de tanto genio y de ser dirigido por el maestro Pepe Sánchez.
Yo, hombre obsesivo con la TV, no tengo cómo agradecerle  a Pepe Sánchez tantas alegrías que me dio. Por eso este espacio es hoy para él.

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