Columnas

Familia es familia

Nadie puede decir que tiene la familia perfecta, pero saber que tienes una es motivo suficiente para sentir que no estás solo en el mundo, que para algunos seres humanos tú eres perfecto tal y como eres, que tienes asegurado, por lo menos, un hombro para llorar, una casa a la cual llegar, un consejo certero, un amor incondicional.

Cuando crecemos, tenemos la ilusión de formar una nueva familia, construir lo que tuviste en tu infancia, o algo mucho mejor. Lo cierto es que, mientras lo intentas, mientras encuentras a los miembros adecuados, mientras completas tu hogar, nada como volver a los tuyos las veces que sean necesarias, nada como el hotel mama, la comida de la abuela, las palabras sabias de papá, la compañía de los hermanos. La vida, a veces, es algo así como salir a dar una vuelta, aprender, arriesgarse, apostar, volar y volver, siempre volver. Por eso es tan poderosa la expresión “sangre de mi sangre”.

Salvo algunas excepciones, tener una familia es un maravilloso regalo de Dios, es contar con un polo a tierra, una zona de confort, un rayo de luz, un seguro. Cuando estás con ellos nada malo puede pasar, nadie permite que te quiebres, te rindas, te lastimes. Eres parte importante de una manada, eres integrante de un grupo que no te abandonará. Sí, irse siempre es importante, tan importante como volver.

¡Feliz fin de semana!

*Las opiniones expresadas por el columnista no representan necesariamente las de PUBLIMETRO Colombia S.A.S.

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