En 1981, Miguel Mateos y ZAS eran prácticamente desconocidos y tenían que abrir para un monstruo musical llamado Queen. Pero ya han pasado más de 30 años y en Latinoamérica, todo su genio y visión musical ya hacen parte de varias generaciones. Generaciones que han coreado “Es tan fácil romper un corazón”, “Obsesión”, “Mi sombra en la pared”, entre otros himnos que el argentino ha dejado como parte de su vida, su identidad y su memoria. Esto no solo ha sido reconocido por su público, incansable, siempre devoto, sino por incluso revistas como Rolling Stone, que nombraron a su álbum “Rockas Vivas”, como el mejor trabajo en vivo en el rock en español, un género que sigue más vivo que nunca, así como su continua producción e inspiración. “A mí me gustaría cambiarle la cabeza a Maluma”: Miguel Mateos
PUBLICIDAD
De hecho, el rockero sigue sorprendiendo con su talento creativo: ya lanzó este año su álbum “UN DO TRE CUA” Ep.2 y este sábado 24 de agosto se presentará en Colombia, en el Festival Cassette, al lado de artistas como Moenia, Flans y Boney M, entre otros grandes nombres de los años 80 y 90. Pero Mateos es más que nostalgia: con más de 30 años de carrera, sigue vigente y PUBLIMETRO habló con él sobre las razones de su permanencia en el corazón de sus fans y en la música contemporánea.
Usted dijo alguna vez que el rock “estaba perdiendo 3-0 contra el reguetón”. Pero como vemos con su última gira y disco y todo lo que ha hecho, eso es un poco cuestionable. Más con toda la expectativa que trae el Festival Cassette y su presencia ahí. ¿Ha cambiado su opinión?
No, yo estoy dando pelea. Si a eso te refieres, sí, la empecé desde el año pasado con la culminación de mi gira en tributo a “Solos en América”, mi disco en la Plaza de la Revolución, en Ciudad de México. Ahí fue que declaré la guerra metafísica contra el reguetón. Así que la doy con un disco nuevo, “UN DO TRE CUA ” , que se completó el 2 de agosto, en todos los streamings y redes y bueno, contento de volver a Colombia, dimos un gran concierto el año pasado, así que estoy feliz por el cariño y el respeto del público colombiano, que ha sido inalterable siempre. Y sí, contento porque seguimos defendiendo la bandera del rock and roll.
«Lo que más me gusta del público colombiano son su calidez, su respeto y cariño, que han sido inalterables a lo largo del tiempo»
¿Cómo se siente al compartir cartel con artistas como Poligamia, Flans y otros protagonistas del Casette Festival?
Va a ser interesante, porque es multigénero. Mientras no haya reguetón, cualquier cosa (risas).
La gente sigue amando los clásicos. Más allá de la nostalgia, ¿cree usted que la gente sigue acudiendo a ellos porque no encuentra en lo actual un referente que los identifique?
Sin duda. Me parece que sí. Me parece que una música que tiene un ritmito monótono con unas letras decadentes, misóginas y que degradan la condición de la mujer, no debería existir. Me refiero al reguetón, claro.
Usted comenzó con ZAS, siendo telonero de Queen, y acá sigue. ¿Por qué cree que su música sigue vigente y tan amada en toda Latinoamérica?
Soy un privilegiado, un afortunado, pero creo que es algo de mi trabajo tiene que ver, de su consistencia. De seguir inventando cosas, inventando melodías, tratando de hablar de las cosas que nos preocupan, en un lenguaje común que tuvo el rock como un gran idioma universal en los 80. Y nada, sigo enarbolando esa bandera y sigo comprometido con esa historia.
PUBLICIDAD
¿Cuál cree usted que es la clave para que la música trascienda por generaciones?
La calidad de las canciones, la forma en que llegan al corazón de la gente. Estudiar para hacer mejor música, mejores arreglos, para tener mejor imaginación. Estudiar, leer. Esto es una cuestión de formación y buena parte de los artistas de los 80 la tuvimos y por eso nuestra música sigue vigente de alguna manera. Me parece que nuestra formación, de todos los artistas Latinoamericanos, era más profunda y había otra preocupación, otro sentido. No por eso de repente no terminaba todo en una fiesta maravillosa, como tiene que ser y como va a ser este 24. Pero lo más importante es que vuelvo a Colombia y me encanta estar en un evento con artistas internacionales. Y estoy feliz realmente de llevar una cuota nueva (estrenaremos algunas canciones del álbum nuevo) y también mis clásicos.
Pero, de los artistas actuales, ¿rescataría a alguien, colaboraría con alguno?
Yo colaboraría con todos. A mí lo que me molesta es el género, el reguetón. Aportaría letras para que fueran más profundas y arreglos para que fueran más ricos musicalmente, qué sé yo. Pero uno tiene que dejar avanzar a los artistas y no estoy muy pendiente de la movida actual, salvo por esta contingencia del reguetón. Sí, a mí me gustaría cambiarle la cabeza a Maluma, por ejemplo (risas).
¿Cree usted que los artistas deben tener una postura política? Porque usted la tiene.
No es una cuestión política. No se trata de eso, se trata de ser contemporáneos y obviamente, tener un mensaje con contenido, sea cual fuere, no solamente político, social, íntimo, pero bajo ningún punto de vista, tiene que ser degradante.
¿Qué es lo que más le gusta del público colombiano y qué espera ver en este Festival Cassette?
La calidez, el respeto y cariño, que han sido inalterables a lo largo del tiempo. Voy a Colombia, no tan asiduamente como me gustaría. La última vez el público fue tan generoso. Volví a tener esa emotividad, esa maravillosa generosidad del público colombiano, que me la dio en mi primer concierto, en el Concierto de Conciertos, esperándome a las 5 de la mañana, sin saber quién iba a llegar. Entonces tengo una obligación muy grande con Colombia en todo este tiempo y el cariño es mutuo.