Colombia

Las mujeres en la política colombiana: todavía falta mucho por avanzar

Aunque las normas exigen que haya un mínimo de 30% de participación de mujeres en la política colombiana, este porcentaje no ha podido alcanzarse.

Colombia es uno de los países más complejos para la actuación política de las mujeres. La Constitución Política y las leyes colombianas favorecen la idea de impulsar la paridad en un país lleno de ataques y de machismo. A pesar de esto, la situación de las mujeres en la política colombiana es todavía marginal, y las elecciones del 2018 apuntan a una situación muy parecida.

Desde 1957, cuando se le dio el voto y derechos políticos a las mujeres, la presencia de candidatas fue en el mejor de los casos, minoritaria. La primera candidata con opciones en Colombia fue María Eugenia Rojas, hija del expresidente Gustavo Rojas Pinilla, quien se presentó en 1974 por la Anapo y obtuvo cerca de 500.000 votos.

Desde ahí, solo una mujer ha tenido opciones reales de ganar la elección presidencial: Noemí Sanín, en 1998, jugó una campaña de independencia con respecto a Andrés Pastrana y Horacio Serpa. Aunque no logró llegar a segunda vuelta, Noemí consiguió más de 2,8 millones de votos y un tercer lugar muy destacado. En 2014 Clara López y Marta Lucía Ramírez superaron el 15% de los votos, pero quedaron lejos de Juan Manuel Santos y Óscar Iván Zuluaga.

Estas son apenas las más destacadas de la presencia de las mujeres en la política colombiana: el país está todavía muy lejos de elegir a mujeres como ocurrió con Michelle Bachelet en Chile, Dilma Roussef en Brasil o Laura Chinchilla en Costa Rica.

Cambios muy lentos

Con la llegada de las leyes 581 de 2000 y 1475 de 2011, la situación en el Congreso mejoró, pero no de forma suficiente. Un estudio de la Bancada de Mujeres del Senado de la República muestra que la exigencia de un 30% de mujeres en las listas para Congreso mejoró su participación femenina.

En, 2010 la bancada femenina tenía 38 participantes, 17 senadoras y 21 representantes. En 2014, la participación femenina aumentó a 56 (23 senadoras y 33 representantes), pero esto solo implica un 21% de los 268 congresistas.

«Aunque somos el 50.6% de la población colombiana, en este Congreso de la República, tan solo el 20% de las curules son ocupadas por mujeres», dice la senadora Maritza Martínez (Partido de la U). Pero si la situación de las mujeres en la política colombiana está mejorando en el Congreso, no ocurre lo mismo a nivel regional.

Es diciente que no haya ninguna alcaldesa en las ciudades capitales de departamento, y que solo cuatro mujeres hayan sido elegidas gobernadoras en 2015: Dilian Francisca Toro en el Valle, Marcela Amaya en el Meta, Rosa Cotes en el Magdalena, y Sarriel Aroca en el Putumayo. Una quinta, Oneida Pinto, fue destituida de la Gobernación de la Guajira.

El caso de Oneida Pinto, quien fue elegida con el capital político del exgobernador ‘Kiko’ Gómez, es representativo de otra problemática: algunas de las mujeres que se presentan a estas candidaturas lo hacen como herederas de personajes condenados por corrupción u otros escándalos. Un informe de la Fundación Paz y Reconciliación publicado en diciembre de 2017 destaca a algunas de estas herencias (ver recuadro).


Las herederas de la corrupción

  1. Doris Vega (Opción Ciudadana): Esposa y heredera de Luis Alberto Gil, condenado por parapolítica
  2. Nadia Blel (Conservador): Hija y heredera de Vicente Blel, condenado por parapolítica
  3. Daira Galvis (Cambio Radical): Abogada de Enilce «La Gata» López, condenada por homicidio
  4. Olga Lucía Suárez (Conservador): Hermana de Óscar Suárez Mira, condenado por parapolítica
  5. Arleth Casado (Liberal): Esposa y heredera de Juan Manuel López Cabrales, firmante del Pacto de Ralito

Las mujeres al poder

A pesar de esto, cabe destacar que hay una buena participación femenina en estas elecciones. El 34,5% de los candidatos al Congreso son mujeres, una mejora de 1,5% con respecto a 2014. Las únicas candidatas presidenciales son Piedad Córdoba y Viviane Morales, con la posibilidad de que quede Marta Lucía Ramírez si gana la consulta de la derecha del próximo domingo.

La visibilidad de mujeres como Claudia López y Viviane Morales no implica que esta situación sea bien recibida. «Si bien es satisfactorio ver como se ha ido cumpliendo de manera progresiva lo contemplado en la Ley 581 de 2000, creo que hoy en día, a raíz de la composición por género de nuestro país, debemos seguir avanzando en participación política en todos los niveles», considera Martínez.

«Creo que se deben generar políticas para mejorar la participación de la mujer, pero soy consciente de que sólo hace 60 años votamos, y que debemos ir avanzando en una lucha en la que no podemos parar», opina la representante a la Cámara por Antioquia Margarita Restrepo (Centro Democrático).

¿Cómo hacer que participen más mujeres en la política colombiana? Para Restrepo, hay que tomar una hoja de la empresa privada, donde «se valora incluso más el liderazgo de la mujer que el del hombre. Hay que incentivar estos tipos específicos de liderazgo (…) Hace falta estimular a la mujer para que se presente en este tipo de cargos y haga parte de este cambio», asegura.

Martínez es más severa: «soy coautora de un proyecto de ley que tiene por fin desarrollar los principios de paridad, alternancia y universalidad; el objetivo es que en el mediano plazo la cuota de género suba a un 50%, y en las listas de candidatos de elección popular, deben alternarse obligatoriamente los hombres y las mujeres».

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