Con el plebiscito del próximo 2 de octubre, cientos de colombianos han vuelto a tener en la memoria el primer mecanismo de participación popular que se vivió en Colombia: el vivido el 1 de diciembre de 1957 que dio inicio al Frente Nacional.
Según el historiador Felipe Arias-Escobar, este acuerdo nació como parte de un acuerdo entre los expresidentes Laureano Gómez (conservador) y Alberto Lleras Camargo (liberal), aprobado en España para poner fin a la Violencia entre liberales y conservadores, que había arrasado el país y provocado casi 800.000 muertos en todas las regiones.
«El plebiscito del año 57 buscaba confrontar una de las causas del conflicto bipartidista que era la falta de espacios de participación política. Lo que se pactó es que hubiera una repartición 50/50 de los cargos públicos hasta 1968, que luego se prolongaría hasta 1974», explicó.
Esta fue solo una de las 14 modificaciones a la Constitución de 1886 que se concertó con la junta militar que reemplazó a la dictadura del general Gustavo Rojas Pinilla para ser presentada a los electores, lo que hacía que, para Arias-Escobar, esta medida fuera más cercana a un referendo que a un plebiscito. A pesar de esto, la prensa de la época lo definió como tal.
Entre otras, también se incluyó reformas como cambiar los salarios de congresistas y diputados, a los que se pagaba por sesión y se les daría un sueldo mensual; también se anulaban reformas constitucionales aprobadas entre 1949 y la fecha del plebiscito pero mantenía los derechos políticos a la mujer, que habían sido aprobados por Rojas en 1954.
«Miles de personas que se mataban por el color de la corbata se reunieron al día siguiente de la elección saludándose como compadres»
Jaime Castro, exalcalde de Bogotá.
Los registros electorales indican que el plebiscito fue aprobado de forma masiva: de cerca de 4,3 millones de votantes, solo 200 mil (el 4% del electorado) votó no. De forma notable, 1,8 millones de mujeres en todo el país ejercieron por primera vez el derecho al voto.
Jaime Castro, exalcalde de Bogotá y quien era estudiante de bachillerato en Boyacá en 1957, recuerda que el plebiscito fue una cosa «mágica». «Miles de personas que se mataban por el color de la corbata se reunieron al día siguiente de la elección saludándose como compadres. La violencia se acabó en pueblos en donde hasta el 30 de noviembre a uno lo mataban por ser conservador o liberal», recuerda.
A pesar de esto, la repartición de poderes no fue la solución: de esta elección surgirían guerrillas de izquierda como el Eln y el M19, y algunos grupos de campesinos liberales se convirtieron en las Farc, y como en 1957, este 2 de octubre se espera aprobar un acuerdo que acabe con el conflicto armado con esta última guerrilla.