250.000
El número de trabajadores que se espera contratar en la construcción de los 32 proyectos 4G, según la ANI.
La primera ola de las vías de Cuarta Generación ya se encuentra en construcción, y mientras se preparan obras en 10 frentes para construir vías en varios departamentos del país, el Gobierno Nacional alista los paquetes de financiación para mejorar las obras en algunos de los sectores más apartados del país.
Según la Agencia Nacional de Infraestructura (ANI), todos los proyectos tanto públicos como mediante Alianzas Público Privadas (APP) suman unos 50 billones de pesos, en cuatro oleadas de construcción que afectarán a todo el país.
La primera de estas oleadas ya recibió su cierre financiero, con la cual se encuentran 10 frentes de obra trabajando en los departamentos de Antioquia, Atlántico, Bolívar, Cundinamarca, Norte de Santander, Santander, Tolima y Valle del Cauca (ver recuadro).
Otras oleadas buscan mejorar las conexiones de diferentes zonas del país, como la comunicación entre los Santanderes y el valle del Magdalena, la conexión de los Llanos y la Amazonía con el centro del país, las variantes de acceso a Bogotá y las conexiones en las fronteras con Venezuela y Ecuador.
Cabe destacar que obras tan importantes como las obras para la construcción de doble calzada entre Ibagué y Cajamarca, la expansión de los accesos de Bogotá al norte y Soacha – Girardot, la ampliación de la vía Buga – Buenaventura y las mejoras a la vía entre Pasto y el Puente Rumichaca son obras de iniciativa privada.
El vicepresidente Germán Vargas Lleras, que ha liderado el proceso de construcción de las vías de cuarta generación, presentó este viernes a varios grupos financieros internacionales los diferentes proyectos, en medio de la feria «Colombia Inside Out» que se llevó a cabo entre Londres y Nueva York.
Allí, Vargas Lleras destacó las posibles fuentes de rendimiento para los inversionistas extranjeros. » Esta es una buena oportunidad para invertir en proyectos seguros, rentables y atractivos con una muy buena relación riesgo-retorno. Además, se tiene un esquema de límites y control del riesgo», dijo.
También destacó el impacto de estas obras en temas como empleo para decenas de miles de colombiano: «Sé que ustedes se sentirían satisfechos de contribuir a financiar este ambicioso plan de infraestructura. Además, porque la rentabilidad les puede resultar muy atractiva. El Gobierno responderá favorablemente para garantizar el compromiso de ustedes”.
Cabe recordar que una porción de estos recursos provendría de créditos brindados por el Gobierno con los 6,48 billones de pesos recaudados de la venta de Isagén, la cual fue vendida para financiar estas obras viales según el ministro de Hacienda, Mauricio Cárdenas.
No todo es color de rosa
A pesar de todo, las obras en las vías de cuarta generación no están exentas de polémica: los procesos de compra de predios y obtención de licencias ambientales son largos y onerosos en muchos casos, y han puesto freno a la construcción de varias vías, aún con la presencia ya de cierres financieros.
En este sentido, experiencias como la de la doble calzada Briceño – Tunja – Sogamoso, aún frenada luego de más de 10 años de construcción en los sectores de Gachancipá y Puente de Boyacá, son un duro recordatorio de las dificultades en los procesos de negociación que pueden frenar la ejecución de estas obras.
Además, la presencia de grupos como Odebrecht, que debió retirarse de las obras para la adecuación de la navegabilidad en el río Magdalena por la situación en Brasil, ponen también en el ojo del huracán las polémicas alrededor de la corrupción, algo que exige la vigilancia firme de los entes de control.