Los uniformes, de la misma forma que las metodologías de educación, ha evolucionado con el paso de los años. Antiguamente era obligatorio que cualquier institución educativa tuviera uniforme, era un requisito, ahora la política es más flexible y muchos colegios optan por tener los estudiantes de particular.
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Esta metodología tiene sus ventajas y sus desventajas, pero no se trata de un simple capricho, tiene una filosofía, una razón de ser. De acuerdo con Clemencia Rodríguez, pedagoga de la Universidad Sergio Arboleda, los colegios sin uniforme es una modalidad que se instauró hace cerca de 50 años en algunos colegios de Estados Unidos y Europa como una forma de darles una libertad de expresión a los estudiantes. “No todos los jóvenes o niños son iguales, no piensan igual ni actúan igual. Por esto, es una posibilidad de que cada estudiante exprese sus pensamientos, esto le da convergencia a la educación.
De acuerdo con Rodríguez, los jóvenes expresan sus pensamientos y sentimientos por la forma en que se visten. Cuando todos se visten igual, se está inhibiendo la libertad de expresión. Además, permite qu
e puedan relacionarse de mejor manera, porque encuentran compañeros con intereses en común.
Rodríguez asegura que: “Cuando se argumenta en contra de los uniformes escolares, se argumenta en contra de un sistema de educación que puede estar produciendo niños demasiado parecidos entre sí”.
Otra de las razones por las que algunos colegios consideran que es mejor no utilizar uniforme es que algunos de ellos tienen un riesgo para el menor en cuanto a seguridad. “La mayoría de los uniformes escolares de los niños tienen corbata. Cuando un niño está jugando, la corbata pueden quedar atrapada en cualquier lugar y producirle al niño unas lesiones importantes, incluso llegar a ahogarlo”, afirma Rodríguez
El uniforme se niega a desaparecer
Aunque algunos colegios han aplicado la desaparición del uniforme, otros aseguran que aplica para la buena formación estudiantil. De acuerdo con Inés Mora, pedagoga infantil, “los uniformes son señal de disciplina y orden. “Cuando un estudiante lleva uniforme, casi que de forma inconsciente sabe que debe acatar las normas, es una especie de recordatorio visual”, asegura Mora.
Aunque se piensa lo contrario, para los colegios con uniformes hay una menor discriminación social, pues muchas veces lo jóvenes usan ropa de moda y algunos padres no pueden pagarla, “los que no pueden usarla se sienten discriminados, por eso, si todos se visten igual, pues no hay problema de ‘matoneo’ estudiantil”, afirma Mora.
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La sensación de pertenencia e identidad con el colegio es otra de las ventajas que ofrece un colegio con uniforme. “Ellos se sienten orgullosos de portar un uniforme de su colegio y eso resalta la importancia del colegio tanto para ellos como para la familia”,resalta Mora.
Las dos filosofías son diferentes y válidas, lo importante es que usted elija cual cree que es mejor para sus hijos.
1. La renta se divide por igual
Para nadie es un secreto que los niños crecen y que siempre, cada año, hay que cambiarles de ropa. Con el desgaste del colegio sin uniforme, porque todos los días deben utilizar ropa, lo cual hace que se deteriore más rápido. Por eso es importante que destine una parte del presupuesto del colegio para comprar ropa, por lo menos, una vez cada dos o tres meses.
Pero los uniformes no se salvan. Hay épocas del año en las que conseguir el uniforme es casi imposible. Sea prevenido y compre varios, de mayor talla, a principio del año escolar.
2. El cuidado a la hora de lavarlos
Otro de los dolores de cabeza que tienen las mamás en los colegios, con o sin uniforme, es lavar la ropa. En el caso de las instituciones educativas con uniforme, siempre que le entreguen el uniforme, nuevo mire las instrucciones de lavado, compre suavizantes y productos que protejan la ropa ya que se hace lavado dos o tres veces por semana.
En el caso de los colegios sin uniforme la lavada es menos común, pero también es seguida. Lo que pasa es que, al estar de particular, tienen diferentes opciones a la semana. Sin embargo, la ropa no es eterna y no tienen un armario infinito. Trate de enviarlos con la ropa más desgastada, sobre todo si son niños pequeños pues corren y se ensucian más rápido.
3. A la moda
Accesorios costosos, ropa de marca y un estilo particular son algunas de las opciones que debe tener en cuenta a la hora de llevar a sus hijos a un colegio sin uniforme.
Debe tener en cuenta también la opinión de su hijo para que él se sienta cómodo e identificado con lo que está usando. Si puede, llévelo a hacer las compras, con eso pueden elegir entre los dos lo que más les guste.
Análsis
“No hay una mejor que otra”
No se trata de una competencia, de cuál es mejor o peor o de buscar el malo o el bueno entre colegios con o sin uniforme, se trata de una cuestión de simple y puro gusto.
Muchos padres prefieren matricular a sus hijos en un colegio con pedagogía clásica, instituciones con tradición en el país. Otros porque sus familiares estudiaron allí o porque ellos mismos lo hicieron, la decisión, en realidad, no depende de si tienen o no uniforme.
Sin embargo, los colegios sin uniforme brindan un plus diferente, les da más libertad de pensamiento y además nos permite ver cómo es su hijo, qué piensa, qué quiere y que le gusta. A medida que crecen se alejan más, por eso ver esa evolución, en la pinta, es mucho mejor.