Indignación y repudio han generado en Cali las denuncias hechas en las últimas horas sobre el caso del padre William Mazo, quien abusó de cuatro menores de edad en 2009. Según lo reveló El Espectador, la Arquidiócesis de Cali habría sugerido, en la defensa del párroco, que los abusos se habrían dado principalmente por descuido de los padres de los niños.
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La macabra hipótesis se habría sustentado a través del abogado Walther Collazos, quien le arguyó al juez 22 penal que “la conducta del señor Mazo Pérez no puede mirarse de manera aislada”.
Hoy su despacho debe mirar si la participación de las hoy llamadas víctimas indirectas (padres, abuelas y tío) fue la más coherente al sentido común (…) y el juicio de reproche sobre si se hizo como familia lo que se tenía que hacer”, dijo el apoderado de la Arquidiócesis de Cali.
Collazos cuestionó incluso la responsabilidad de los familiares en los abusos sexuales. “¿Se actuó con el sumo cuidado preventivo? O, por el contrario, ¿se fue laxo, permisivo, omisivo, abandonado y desinteresado y hoy concurren ante un juez para aprovechar un hecho dañino de un tercero y fungir como víctimas indirectas?”.
Como se recordará, el padre William de Jesús Mazo Pérez fue hallado culpable de abusar sexualmente de cuatro menores de edad en el oriente de Cali, en 18 de julio de 2009.
El sacerdote fue condenado a 33 años de prisión por su responsabilidad en los hechos ocurridos en la iglesia Nuestra Señora de la Candelaria, del barrio Alfonso Bonilla Aragón.
Las reacciones ante la denuncia de la actuación de la Iglesia no se hicieron esperar. En Caracol Radio, una de las víctimas a quien identificaron como ‘Chucho’, rechazó tajantemente que ellos o sus familias fuesen responsables de las violaciones.
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No entendía lo que pasaba, ese hombre nos enredaba y muchas cosas pasaban. Él nos ofrecía plata, nos llevaba a paseos, nos invitaba a que nos quedáramos en la parroquia, pedía que no lo delatáramos ni nada. Pedía que llevara a mis hermanos, que lo acompañáramos, que estaba muy enfermo. Nosotros nos quedábamos un rato y él nos regalaba plata”, relató el joven en la emisora.
“Sigo en la lucha, pero nada volvió a ser igual. Mi vida cambió (…) la iglesia tuvo la culpa y son tan atrevidos que dicen que nosotros tuvimos la culpa de todo”, agregó ‘Chucho’.
La polémica, incluso, podría ahondarse también por otra denuncia hecha en Blu Radio por el abogado Elmer José Montaña, quien fue más allá y acusó al arzobispo de Cali, monseñor Darío de Jesús Monsalve, de haberle ofrecido pagar sus honorarios para que no asumiera la defensa de los niños abusados por el padre Mazo.
“La segunda o tercera vez que hablé con él en la Arquidiócesis de Cali, Darío de Jesús Monsalve me propuso que la Iglesia me pagaba a mí los honorarios profesionales si yo renunciaba al caso. Cosa que no acepté”, dijo Montaña.
Dígame cuáles son sus honorarios. Renuncie al tema y nosotros nos encargamos de las víctimas. Eso para mí fue irrespetuoso y le puso en manifiesto que eso era grosero y que era una falta gravísima a la ética”, contó el abogado.
Montaña acusó al máximo vocero de la iglesia católica en Cali de manejar un “doble discurso”, pues mientras ante el público actúa como un líder positivo, por debajo de la mesa “trata de corromper al abogado de la contraparte”.
Sobre el desarrollo del caso, el abogado de las víctimas añadió que, en efecto, la iglesia católica no ha reconocido su responsabilidad en los abusos sexuales del padre Mazo, ocurridos en 2009.
Lo que está diciendo la Iglesia es que la responsabilidad aquí es exclusiva de los padres al no haber previsto que un sacerdote de la Iglesia católica podía abusar de los niños”, señaló Montaña.
El jurista manifestó que, incluso, la defensa de la Arquidiócesis de Cali ha sugerido que “realmente los responsables del delito son los niños, a quienes califica de viciosos y maleducados (…) Pone al sacerdote como víctima de unos niños pervertidos, que en esa época tenían entre 9 y 11 años de edad”.
Ante la polémica que sigue rondando el caso, los familiares de los niños abusados realizarán el próximo 1 de marzo un plantón frente a la sede de la Arquidiócesis de Cali, exigiendo que asuman su responsabilidad y que además paguen las indemnizaciones ordenadas por la ley.