Incentivar el uso de la bicicleta como medio de transporte, mejorar el Plan de Gestión Integral de Residuos Sólidos, fomentar la agricultura productiva y sostenible con el medio ambiente, promover la producción urbana y la seguridad alimentaria, conectar el paisaje rural y urbano y recuperar los suelos degradados de los cerros tutelares.
Estas son algunas de las actividades puntuales a las que deberá apuntar Cali durante los próximos años para poder llevar a cabo el Plan de Adaptación y Mitigación al Cambio Climático, presentado esta semana por la CVC, el Dagma y el Centro Internacional de Agricultura Tropical (Ciat).
Desde el 2014 estas tres entidades vienen trabajando en la elaboración de diferentes análisis técnicos y científicos, que permitan articular la gestión del cambio climático dentro de los instrumentos de planificación del desarrollo de la ciudad, como lo son el Plan de Ordenamiento Territorial (POT) y las metas del Plan de Desarrollo Municipal 2016-2019.
El Plan de Adaptación y Mitigación al Cambio Climático para Santiago de Cali también comprende acciones como promover el programa de pasantías orientadas a la gestión del cambio climático, formar servidores públicos para la toma de decisiones e incorporar conocimientos tradicionales para la adaptación.
Asimismo, también se contempla incentivar la agricultura resiliente y adaptada al clima, impulsar cadenas de valor sostenibles y productivas, recuperar y restaurar áreas protectoras en zona de captación de agua, diagnosticar y mejorar el estado fitosanitario del arbolado urbano y promocionar la desintegración (chatarrización) de la flota de carga y pasajeros.
Todo lo anterior se hace necesario, indicaron las autoridades medioambientales de la región, debido a que, según proyecciones climáticas realizadas para Cali entre 2011 y 2040, la temperatura en el oriente de Cali aumentaría entre 0,5 y 1 grado centígrado.
Respecto a las lluvias medias anuales, para el mismo periodo de análisis, se podrían presentar aumentos de hasta el 30% en la región occidental de la capital vallecaucana, colindante con los Farallones.
Estos cambios de temperatura obligarán a adoptar estrategias diferentes en los procesos de producción. Por eso la importancia de proyectar posibles escenarios con sus debidas medidas de mitigación y adaptación para tomar las decisiones pertinentes”, dijo Jeimar Tapasco, PhD en Economía ambiental, investigador del Ciat en el área de Análisis de Políticas, y coordinador del convenio.