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Todo comenzó como una casualidad. Una coincidencia que partió la vida de Hugo Suárez Fiat en dos y, quién lo creyera, marcó un hito en la historia de la cinematografía nacional. Parece una exageración, pero no lo es: ese día que él se encontró aquellos dos proyectores Peerless Super Simplex botados frente a su carro, en un taller automotriz de la calle 9 con carrera 22, se plantó la semilla de lo que hoy en día es el Museo de la Cinematografía ‘Caliwood’, pionero y único en su tipo en Colombia.
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“A mí me sorprendieron mucho, me parecieron muy exóticos. Son aparatos mesiánicos, de 200, 300 kilos. Yo nunca había visto proyectores de cine, ya que la mayor parte de su vida permanecen ocultos en las cabinas de los teatros”, explica Suárez Fiat.
Para Hugo, un enamorado de las antigüedades que ya para esa época, finales de los noventa, era el vicepresidente del Museo Nacional de Transporte, fue amor a primera vista. Entonces no lo dudó ni un segundo. Movió cielo y tierra para contactar a los dueños de los proyectores, que habían funcionado en el extinto Teatro Asturias, y los compró.
Luego adquirió dos proyectores más que trajo desde Pasto y rearmó otro que le regalaron en una empresa, donde lo tenía desmantelado y en desuso. “Hice un viaje a Estados Unidos, y de regreso de ese viaje y al ver el gran interés que despierta en la gente el cine y las tecnología que hay detrás de este arte, se me ocurrió fundar el Museo”.
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“En mayo de 2011 llegamos al espacio donde estamos. El único patrimonio que teníamos era la marca ‘Caliwood’ y los cinco proyectores de cine. Así empecé a rodar el proyecto y a buscar con calma los elementos que hoy exhibimos, que ya son más de 500”, relata Suárez Fiat.
En la actualidad, ‘Caliwood’ expone linternas mágicas, perfectoscopios, ferrotipos, proyectores de 8mm, Super 8mm, 9.5 mm, 16 mm, 35 mm y 70 mm, fonógrafos, telégrafos, rebobinadoras, moviolas, grabadoras magnéticas, cámaras fotográficas análogas, cámaras instantáneas, mimeógrafos, carretes, amplificadores y hasta la cámara de cine del escritor Andrés Caicedo, que fue la que utilizó el Grupo de Cali en los setenta para sus cortometrajes.
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También exponen 371 afiches de películas emblemáticas del cine universal y más de 80 afiches de películas colombianas. Podrían ser más en exhibición, pues tienen otros 70 en bodega, que no pueden poner por “falta de paredes”, como dice Hugo.
Pese a que ya llevan cuatro años, el museo “está sufriendo”, pues todavía no logra un número de visitas que garantice un punto de equilibrio entre los gastos y los ingresos, explica Suárez Fiat.
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“El museo llega a tres mil visitantes al año. Pero aspiramos a tener 25 mil anuales, para que el museo genere sus propios recursos de sostenimiento y que garanticen seguir creciendo”, señala.
“Hacemos un llamado a la comunidad, en el sentido que les pedimos que se apropien de este museo. Que vengan y conozcan. Somos pioneros, hemos construido esta colección con mucho amor. La colección es alucinante, según dicen los que vienen. Estamos haciendo bien la tarea, pero queremos seguir creciendo», añade el director de ‘Caliwood’.
El Museo de la Cinematografía ‘Caliwood’ queda ubicado en la Carrera 2 Oeste (Avenida Belalcázar) #5A-55, y tiene sus puertas abiertas de lunes a domingo, desde las 10:00 a.m. El aporte para el ingreso es de $10.000 e incluye una audioguía.
