El alcalde Enrique Peñalosa dio inicio a un programa de pruebas de carga de pilotes en nueve puntos de la ciudad cercanos al corredor de la primera línea del metro de Bogotá.
“Los estudios de suelo para el metro ya están, ahora vienen estas pruebas de carga, con el fin de obtener mucha más información del suelo que permita a los oferentes hacer propuestas económicas más exactas”, aseguró el mandatario.
La idea de estas pruebas es verificar a escala real el comportamiento de los suelos y las cimentaciones para la construcción de esta importante obra.
“El viaducto va a estar soportado por unas pilonas que van a pasar a ser parte de nuestro paisaje urbano, pero cada pilona va a estar soportada por un grupo de pilotes enterrados a gran profundidad y que están diseñados para cada uno de los nueve tipos de suelo encontrados en la ruta del metro”, indicó el gerente de la Empresa Metro, Andrés Escobar.
Estas pruebas de carga consisten en realizar nueve pilotes de tamaño real, a profundidades entre 55 y 76 metros, para cargarlos progresivamente con el fin de determinar el comportamiento del pilote versus la resistencia del suelo.
“Estas son acciones de verdad para que los posibles oferentes tengan toda la información necesaria y los menores costos posibles. Hoy estamos avanzando más para que la licitación y la contratación de esa primera línea del metro sea la mejor, esta es una obra que de verdad le va a mejorar la calidad de vida a los ciudadanos”, afirmó el mandatario de la ciudad.
De acuerdo con la Empresa Metro, este proceso tardará ocho semanas y se adelantará de manera simultánea a la selección del concesionario integral que estará a cargo de la obra.
“Cada pilote de prueba se va a someter a una carga de hasta 10.000 toneladas, usando gatos hidráulicos especiales. Esto equivale a más de 10 veces el peso de los trenes totalmente cargados de pasajeros. Aparatos electrónicos situados dentro de los pilotes reportarán información sobre cómo se comporta el concreto y el suelo, para más tarde aplicar ese conocimiento durante la construcción del metro, que tendrá más de 3.000 pilotes”, explicó Andrés Escobar, gerente de la Empresa Metro.
Con esta información los oferentes podrán estimar con mayor precisión su oferta económica, en cuanto a costos y rendimientos de las obras.
La Sociedad Colombiana de Ingenieros, por su parte, sugirió que el proyecto metro desarrollara pruebas de carga, como una buena práctica que las grandes obras de infraestructura del país deben adoptar.
Para la ejecución de estos trabajos, la Empresa Metro informó a las comunidades situadas en un radio de 100 metros, sobre el cronograma de las pruebas y las acciones para mitigar los impactos durante las obras.
Se estima que los trabajos podrán generar algunas molestias debido al tráfico de máquinas y mezcladoras de concreto, pero la mayoría se realizará en horario nocturno para minimizar su impacto.
“A todos los bogotanos les contamos que aquí estamos avanzando para hacer un metro de verdad, aquí lo que hemos hecho durante tres años ha sido un esfuerzo gigantesco en estudios, en diseño, en evaluaciones, en negociaciones con el Gobierno Nacional, en estructuraciones jurídicas, trabajos con el Banco Interamericano, con el Banco Mundial, el Europeo de Inversiones, que permitirán que esta obra sea una realidad”, concluyó el alcalde Peñalosa.
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