La renovación de los buses de TransMilenio de la fase I y II es uno de los proyectos más grandes que se adelantarán en Bogotá este año y frente a las dudas que han surgido, sobre todo por el uso de vehículos diésel, lo que la Administración considera que es un tema que se ha politizado, decidieron darles una respuesta. Así se mueve todo sobre la licitación de TransMilenio.
En medio de una rueda de prensa, la gerente de TransMilenio, María Consuelo Araújo, aseguró que en la licitación de TransMilenio se recibirán buses:
“en su mayoría biarticulados para prestarle a los usuarios un mejor servicio, mejorar los tiempos de espera y le vamos a dar la bienvenida a las nuevas tecnologías en la ciudad. En la fase de prepliegos recibimos 1668 observaciones y eso habla del interés del mercado, de los participantes en esta licitación. Recibimos 738 observaciones dedicadas al componente de provisión de flota y 930 correspondientes a la operación”.
Añadió, coincidiendo con el secretario de Movilidad, Juan Pablo Bocarejo, que participó en la actividad junto a los secretarios de Ambiente y Salud, Francisco Cruz y Gonzalo Morales; que este “será un sistema de transporte sostenible para el bolsillo de la gente y sostenible desde el punto de vista del medioambiente, porque las nuevas tecnologías nos permitirán tener un aire más limpio en Bogotá”.
¿Por qué los puntos de ventaja se dan en la licitación de TransMilenio para operadores y mantenimiento, y no en la licitación de TransMilenio para los proveedores que finalmente son los que ponen los buses?
María Consuelo Aráujo: recordemos que la licitación se adjudica en duplas, es decir: tiene que haber una dupla que puede presentarse junta, o separada, en donde hay un componente de inversión inicial de capital y el valor de la operación. Hemos recibido recomendaciones con respecto a reflejar esto en la variable de adquisición de flota y lo vamos a evaluar.
¿Han estudiado con la Secretaría de Hacienda en cuánto aumentaría el costo de traer una flota con mejores tecnologías que no sean diésel?, ¿han hecho una investigación financiera de cuánto le costaría a la ciudad una flota de mejor tecnología?, ¿sí o sí recaería en la tarifa del usuario?
MCA: En este momento, los recursos que financian el sistema solo pueden venir de dos fuentes: de la tarifa, que es lo que pagan los usuarios, y que en este momento está proyectada para que anualmente tenga un ajuste del IPC; o los impuestos de las personas en Bogotá, y los impuestos son un recurso finito porque esa bolsa de los aportes debe financiar los hospitales, los colegios, los jardines infantiles, los procesos sociales, entonces pensar en subir los requerimientos del sistema de transporte público es pensar en que una de esas dos fuentes tendría que afectarse. En este momento el sistema troncal está prácticamente equilibrado y los ingresos, en términos generales, son similares a los gastos, es decir, a lo que paga retribuir la tarifa y la licitación está estructurada para que así siga siendo.
Entonces cualquier cambio sería un aumento de tarifas o una asignación de recursos que significaría dejar de invertir en gasto social.
¿Qué va a pasar con los conductores de los operadores de las flotas que salgan tras la licitación de TransMilenio?
MCA: Un componente importante de la puntuación de la licitación en operación es precisamente la experiencia. Por eso consideramos que, sin duda, esto premiará a los operadores que tengan experiencia en manejo de flotas similares y encontrarán fácilmente su absorción en las nuevas concesiones.
Juan Pablo Bocarejo: Creo que la dificultad será al revés, como vamos a tener más vehículos, pues vamos a necesitar más conductores. Entonces no creo que haya un lío. Al contrario, no hemos insistido lo suficiente en que este es un esto es un proyecto muy importante.
¿Cómo les responden a los ciudadanos que saben que tecnologías como la eléctrica sí se han probado en otras ciudades y que sí se pueden implementar a pesar de lo que dice el alcalde sobre que es “una tecnología que no está lo suficientemente pulida”?
JPB: La respuesta es muy clara: nosotros confiamos en que haya otras tecnologías que se presenten, que sean competitivas. Como les decía, no únicamente las que se han venido revisando, sino otras opciones. A nivel mundial hay otras opciones. Lo que sí es evidente es que yo no conozco muchos biarticulados eléctricos; hay buses biarticulados a gas y se está probando uno aquí, y esperamos que funcione muy bien, porque ese es el desafio que tiene el sector privado. La idea es que salgan opciones que se pueden consolidar y que le muestren al resto del planeta que las tecnologías son buenas y que si sirvió en Bogotá, con la altura de la ciudad, con las troncales de TransMilenio que mueven esa cantidad de pasajeros y que es el sistema más exigente de buses en el mundo, pues pueden participar.
¿Si algún proveedor les dice “les hago un bus biarticulado eléctrico de piso alto”, como lo solicitan ustedes, lo tendrán en cuenta?
MCA: ¡Bienvenido! Es que precisamente por eso en los pliegos de licitación se permiten todas las tecnologías y se premian, y se dan incentivos a las tencologías limpias, instando al mercado, a que los proponentes sean precisamente los que tomen la iniciativa de que Bogotá tenga mejores y más tecnologías limpias en el transporte público.
Pero nuestra obligación como responsables de proveer el servicio es garantizar confiabilidad. Nosotros tenemos que garantizar que 2.500.000 de personas se muevan todos los días de manera confiable, segura y esa es nuestra obligación.
“Este es un proyecto de transformación total de TransMilenio y es algo que pedía la ciudad desde hace tiempo”
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