Bogotá

Colombiano recurre al arte para que el país no olvide sus tragedias políticas

Seis acontecimientos políticos que estremecieron a Colombia en las últimas décadas inspiraron al artista Jorge Julián Aristizábal para crear cuadros

De su catálogo de «archivos de memoria» hacen parte el espionaje telefónico del desaparecido Departamento Administrativo de Seguridad (DAS), el «Proceso 8.000» contra el expresidente Ernesto Samper, la toma guerrillera del Palacio de Justicia, las ejecuciones extrajudiciales conocidas como «falsos positivos» y las masacres de El Aro y Bojayá, estas últimas exhibidas en la Feria Internacional de Arte de Bogotá (ARTBO).

«Quería una obra fácil, asequible, que a la gente le llegue sin ninguna carga conceptual fuerte para que se aproxime a todo el mundo», dijo a Efe Aristizábal, quien nació en una familia de artistas de Medellín hace 55 años.

Así como Picasso plasmó el horror de la Guerra Civil Española en el Guernica, Aristizábal lo hace con el conflicto colombiano, trabajo que comienza con un boceto a lápiz al que después da vida con distintos colores y, al final, agrega recortes de diarios y de láminas de un álbum.

«Esto demora mucho tiempo, por lo menos esta es una obra de seis meses de trabajo», detalló el artista mientras enseñaba a los asistentes a ARTBO su cuadro «La masacre de El Aro», perpetrada por paramilitares en 1997.

«La masacre de El Aro» y «La masacre de Bojayá», esta última perpetrada por las FARC en 2002, son el cierre de su muestra sobre estos temas y cada una está compuesta por tres cuadros rectangulares.

El primero lleva en una caligrafía especial el nombre del hecho que narra; debajo está su creación en «técnica mixta», con la que representa el suceso en una especie de mapa gigante en el que aparecen la naturaleza, nombres, personas y la geografía de la región, y en el tercero está inscrita la descripción del acontecimiento.

«Este texto es tomado de la prensa porque me parece fundamental, porque es lo que nos están contando a nosotros», apostilló Aristizábal y destacó que también tiene «un archivo gigante» en el que busca y recopilo información.

La inspiración para realizar este tipo de cuadros nació hace unos cinco o seis años cuando regresó a Colombia y en una charla se habló sobre el «Proceso 8.000», la investigación que se inició en 1995 al entonces presidente Samper, acusado de haber utilizado dinero procedente del narcotráfico para financiar su campaña electoral.

«Una sobrina mía, de 20 años, preguntó qué era eso y me dolió mucho saber que todos estos acontecimientos se olvidan» pese a ser relativamente recientes y que históricamente siguen abiertos, relató el artista.

En ese sentido espera que sus dos últimas obras sobre los acontecimientos históricos lleguen a una institución pública para que la gente tenga acceso, porque «si no hay historia en Colombia, no tenemos nada. La gente tiene que saber que esto sucedió», afirmó.

Aristizábal destacó que su exposición este año en ARTBO es también un homenaje a la Galería de la Oficina, que según dijo, se va a acabar por la muerte de quien fuera su amigo y director de las colecciones, Alberto Sierra Maya.

«Alberto y yo tuvimos una relación muy cercana en el sentido de que nos gustaba el mismo tipo de arte, el político, y esta galería tiene la misma línea de trabajo», añadió.

ARTBO, que busca consolidar a Bogotá como referente latinoamericano del arte, reúne en su decimotercera edición cerca de 3.000 obras y más de 350 artistas, junto a once curadores nacionales e internacionales, y 75 galerías de 18 países.

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