El alcalde de Bogotá, Enrique Peñalosa, dio de qué hablar debido al conversatorio que sostuvo con los estudiantes de la Universidad de Los Andes esta semana, en donde respondió preguntas incómodas, pero necesarias sobre su gestión y de la Bogotá que él imagina.
Los jóvenes lo confrontaron por el tema de sus títulos universitarios, sobre la Reserva Thomas van der Hammen, así como del TransMilenio y por algunas decisiones controversiales que lo tienen hoy como el alcalde con la menor popularidad en todo el país, superando, incluso, a Gustavo Petro.
Luego de responderle a los universitarios aseguró que «estoy acostumbrado a que me madreen y no a que me aplaudan». Luego invitó al auditorio a que le preguntaran sobre «los diplomas, sobre mis famosos negocios con Volvo, todo lo que quieran. Bienvenidos», añadió. Sin embargo, para el alcalde se vienen tiempos duros, pues podría enfrentarse a una posible revocatoria, al malestar de los bogotanos que por estos días ha subido como la espuma debido al incremento del pasaje en TransMilenio y el Sitp, al enfrentamiento con los ambientalistas por la construcción hacía el norte de la ciudad, entre otras decisiones que seguramente le traerán bastantes críticas.
Por supuesto, las redes sociales se convirtieron, una vez más en el ring de pelea entre los que apoyan al mandatario y entre los que no creen en su gestión. De hecho, una de las respuestas que más dio de qué hablar fue la del doctorado que no cursó, a lo que él respondió «Todos mis estudios los hice por fuera (…) Nada de esos títulos son equivalentes a nada en Colombia».