¿Tiene hijos?, pues bien, imagínese que llegan a casa quejándose por la calidad del refrigerio que le dan en su colegio. Que a veces no llegan frutas, jugo, proteína o simplemente no se lo pueden comer porque está dañado. Lo peor es que no es solo una o dos veces, sino que se ha convertido en una constante y además de todo no lo consumen diariamente.
Si bien estas son algunas de las denuncias que han hecho padres de familia, por la que claman una solución, también son quejas a las que se han tenido que enfrentar la Secretaría de Educación y Salud debido al debate de control político que se le ha hecho al tema en el Concejo de Bogotá. El 21 de marzo entrará a regir el nuevo modelo de contratación para refrigerios que se adjudicó hace unas semanas, pero la situación es preocupante teniendo en cuenta las dudas que ha generado.
PUBLIMETRO ya había expuesto el posible problema al que se enfrentan los proveedores por los tiempos de entrega y demanda; ahora se pone sobre la mesa el valor nutricional y de calidad con la que no contarían los refrigerios. Una de las primeras en exponer el tema fue la concejal Patricia Mosquera, quien compartió cifras alarmantes, pues entre 2013 y 2016 se presentaron 9877 casos de estudiantes que estuvieron expuestos a padecer alguna enfermedad por la calidad de los refrigerios y se dijo en un principio que 576 pequeños presentaron algún tipo de enfermad por lo mismo.
La Secretaría de Salud salió al paso asegurando que tan solo el 5% de los 576 casos de enfermedad digestiva reportados en los últimos cuatro años estuvieron relacionados con refrigerios escolares. Ese porcentaje correspondería a 28 casos de menores enfermos por la falta de control de calidad de los refrigerios, punto al que los concejales han pedido ponerle el ojo.
Por su parte, Antonio Sanguino, también concejal por la Alianza Verde, aseguró a este medio que “hicimos unas visitas a tres colegios en donde encontramos problemas en la manipulación de los alimentos y en la disposición final de los refrigerios. También tenemos audios de los niños en donde dan sus opiniones negativas sobre los refrigerios y su calidad”.
A eso se le suma el valor nutricional con el que no contarían los refrigerios lo que podría desencadenar problemas alimenticios en los niños. Según la FAO, “las escuelas son un lugar ideal para enseñar habilidades básicas en alimentación, nutrición y salud. En muchas comunidades, pueden ser el único lugar donde los niños adquieren estas importantes habilidades para la vida. Las escuelas primarias, en particular, son vehículos adecuados para la educación nutricional”.
La Secretaría de Educación respondió a las críticas y el llamado de varios cabildantes asegurando que “es importante informar a la ciudadanía que en el evento de que se encontrara alguna situación en particular sobre alguno de los 700.000 refrigerios que diariamente se entregan en la ciudad, se activa inmediatamente los mecanismos de control y los refrigerios no son entregados a los niños de las instituciones educativas”.
Agregaron que “con el fin de realizar seguimiento al Programa de Alimentación Escolar, la Secretaría de Educación Distrital contrató durante el 2016 a la Universidad Nacional, Departamento de Nutrición de la Facultad de Medicina, para realizar la interventoría al citado programa, en cuya labor trabajan diariamente 277 personas. Entre ellos, el 65% son nutricionistas, ingenieros de alimentos y químicos de alimentos quienes verifican las condiciones de calidad e inocuidad de los mismos”.
La próxima semana la Secretaría de Salud pasará al atril en el cabildo y explicará cómo se garantizará la calidad de cada uno de los refrigerios que se reparten en los colegios públicos de la ciudad. Mientras tanto, padres de familia y estudiantes exigen que entreguen a tiempo, en buenas condiciones y balanceados nutricionalmente los refrigerios.
5%
De los 576 casos de enfermedad digestiva reportados en los últimos 4 años estuvieron relacionados con refrigerios escolares, según la Secretaría de Salud.
“Le pedimos a la Secretaria de Salud, independientemente de quien se haya ganado la licitación, que vigile el uso de los alimentos en los colegios y que esté pendiente de la salud de los niños que es lo que nos preocupa», Patricia Mosquera, concejal.