En el Norte de Bogotá, en la Boyacá con Suba, una mujer que venía de su trabajo en un bus del SITP fue asaltada por dos hombres que se subieron al vehículo. Uno de los asaltantes la amenaza con un cuchillo y le pide los documentos, plata y celular. Sin embargo, la afectada afirmó que no tenía nada.
Ante la respuesta, el hombre empezó a tocarla en su cuerpo para ver si tenía sus pertenencias. La mujer tenía su celular en el seno y el hombre sin importar metió su mano para llevarse el objeto. Sin embargo, no se dejó y empezaron a pelear con el delincuente, quien la arrastró por todo el SITP y la golpeó en la cara y en todo el cuerpo.
Frente a las agresiones, el conductor del SITP no hizo nada y solo mantuvo las puertas abiertas. Por esto, la mujer le reclamó al señor. No obstante, la otra pasajera la ayudó. Cuando el delincuente se bajó, otro lo esperaba en la parada.
La mujer pidió no ser identificada porque los delincuentes robaron sus documentos. Después del asalto, no pudo salir por más de tres días de su casa. Tampoco pudo poner la denuncia porque no había luz en la estación de policía y estaban fumigando.
Tres días después del incidente pudo realizar la denuncia.
La modalidad de los delincuentes es similar en todos los casos. Cuando se detienen los buses en una parada obligatoria para pasajeros, se suben y atacan a las víctimas.