El decreto que sancionó en su administración el exalcalde Gustavo Petro de bajar la tarifa del TransMilenio de 1700 pesos a 1400 pesos lo tiene entre la espada y la pared con la Contraloría Distrital, quien le impuso una multa por el supuesto detrimento que produjo al tomar esta decisión.
La entidad multó al líder de Progresistas con 217.000 millones de pesos y así lo inhabilitó para lanzarse como candidato a la presidencia en el 2018. La investigación sobre este tema, según lo señalado por la Contraloría, inició en el 2013, pero el juicio de responsabilidad se llevó a cabo en noviembre y hasta esta semana se conoció el fallo definitivo.
Asimismo, Ricardo Bonilla, exsecretario de Hacienda; Ana Luisa Flecha, exsecretaria de Movilidad; y Libardo Yanas Márquez, quien también firmó al resolución para ordenar la rebaja en las tarifas, deberán compartir la multa con el exalcalde.
Vale la pena aclarar que si Petro pagar la multa o la decisión es tumbada por el Tribunal de Cundinamarca, sí podrá participar en la carrera presidencial que se acerca. A esto hay que sumarle el trino del mismo exalcalde en su cuenta de Twitter en donde aseguró: “Tendré que pagar 200.000 millones porque para el contralor de Vargas Lleras, los usuarios del bus deben pagar hasta el último peso de su costo”.
Tendré que pagar 200.000 millones porque para el contralor de V Lleras , los usuarios del bus deben pagar hasta el último peso de su costo
— Gustavo Petro (@petrogustavo) 5 de diciembre de 2016
«El Mandado de Vargas Lleras al contralor Distrital Granados»
Así tituló el comunicado oficial que publicó el exalcalde en su cuenta de Twitter, en donde señala que «Todos los sistemas masivos de transporte público del mundo, se financian con fuentes diversas que, aunque incluyen las tarifas de los usuarios, también incluyen los presupuestos públicos. El subsidio al transporte es un hecho generalizado en el mundo.»
También señalo que él aplicó la ley del plan nacional de desarrollo y el decreto distrital 69 del 2009; argumentando que no es un detrimento patrimonial, no es política pública populista ni antitécnico, y de no haber tomado esta medida «hubiera quebrado el Sitp antes de la implementación y hubiera colapsado en una magnitud mayor, las estaciones de Transmilenio en hora pico«.
Gustavo Petro añade que el Banco Mundial acompañó el proceso y logró evidenciar a través de su estudio que la política del subsidio de transporte a los más pobres, logró ayudar a superar la pobreza en su programa de gobierno Bogotá Humana, ya que estas personas usaron este beneficio para buscar mejores opciones de ocupación laboral en los centros mismos de las transacciones económicas y dejaron de estar segregados geográficamente por el impedimento económico que le representaba las tarifas de los buses.
En cifras:
- El tiempo promedio de viajes en la ciudad disminuyó de 62 minutos en el 2011 a 56 minutos en el 2014.
- La implementación de Sipt llego a tener costos operacionales por pasajero de hasta 8.000 pesos.
Para conocer el comunicado completo, publicado por el exalcalde de Bogotá, Gutavo Petro, de clic acá.