0 of 25
«Esta no solo era una olla, sino una república independiente del crimen. Desde acá se manejaban organizaciones criminales en la ciudad y eso no lo vamos a permitir más”, Enrique Peñalosa, alcalde de Bogotá.
Una pequeña rata, que se esconde entre los escombros, es el único testigo que queda de la decadencia de la olla más grande en Bogotá: El Bronx. Hoy empezó su transformación con la demolición de 9 predios, de los más de 60 que hay en la ‘L’.
PUBLICIDAD
Ya no queda nada, el olor nauseabundo de hace algunos meses ha ido desapareciendo con el tiempo y solo quedan rastros en las paredes del consumo de drogas en el lugar. La máquina retroexcavadora dio el primer golpe para el fin de este sector que se espera sea en unos años una zona comercial.
“Aquí hay más o menos una hectárea de terreno; en esta primera fase en la que vamos a demoler nueve y hay algunas otras que tienen valor arquitectónico, esas se van a recuperar. Esta es una zona con una vocación comercial y queremos que le vaya bien a los comerciantes del sector y si eventualmente llegamos a un acuerdo con el Sena, para construir una sede acá, vamos a buscar que haya comercio”, comentó el alcalde Enrique Peñalosa en medio del procedimiento.
Las estrechas y destapadas calles están custodiadas por la Policía Metropolitana de Bogotá, por ahora las autoridades son las únicas que tienen permiso para ingresar a la zona mientras se termina la demolición que se espera esté lista en tres meses. “Las organizaciones criminales deben tener claro que aquí no van a volver, además hay un montón de inmuebles que tienen riesgo de caerse. Hay que dejarle claro a las organizaciones criminales, que operaban acá y que usaban a los habitantes de calle, que aquí no van a volver”, añadió el mandatario.
La primera edificación en caer fue la denominada ‘casa de pique del Bronx’, en donde se cometían los crímenes más atroces. “Empezamos por esta casa porque acá habían criminales, torturas y porque era un símbolo del crimen en el Bronx. Esperamos que en los próximos meses demolamos todo el sector, la Empresa de Renovación Urbana (ERU) está actuando acá y lo importante es el tema humano porque hay miles de habitantes de calle que han sido atendidos”, agregó Peñalosa.
El alcalde hizo énfasis en la razón humana de esta intervención, aseguró que el Distrito ya atendió a más de 3000 habitantes de calle que decidieron recibir ayuda en los centros que dispuso la administración actual. Ante el tema que mantiene preocupados a los comerciantes de sectores como La Estanzuela, en donde se han presentado enfrentamientos con los habitantes de calle en los últimos días, el alcalde les pidió apoyo para organizar el sector.
Peñalosa también informó que “esto va a requerir no solamente de la acción de la alcaldía, sino de la comunidad que no debe promover la venta y compra de partes robadas. Lo que nosotros tenemos claro es que este es un sector que tiene empresarios dinámicos, que puede trabajar por su recuperación y es que no solo es el tema del Bronx, sino de los sitios que se prestan para la ilegalidad”.
PUBLICIDAD
En medio de los escombros, en los que aún se podían encontrar billetes, botellas de jugo y gaseosa, y hasta peluches, el mandatario de los bogotanos sentenció «esta no solo era una olla, sino una república independiente del crimen. Desde acá se manejaban organizaciones criminales en la ciudad y eso no lo vamos a permitir más”
PUB/LP