Así se mueve el negocio del chance en Bogotá

En menos de diez minutos, Isidro Ospina gastó seis mil pesos en una lotería y dos chances. Este hombre, de unos 45 años aproximadamente, juega algún numerito a diario “porque eso sirve como ahorro, se gana una la plata y mira a ver qué hace con ella”.

Para él jugar el Astro Sol es una hábito, siempre le apuesta a géminis y “el número me lo reservo porque es el de la suerte, eso no se comparte señorita”, me dice. Tal vez muchos piensan que la clave es escoger una cifra como el 7 o el 3, que traen buena racha; sin embargo, para Marlen Chala, vendedora de lotería y chance, todo es cuestión de suerte, “yo a veces juego, pero pocas veces gano. Sí conozco gente que gana hasta tres veces por semana”, comentó.

Ahí sí como dicen, «de a poquito se va llenando el saquito” y   eso lo tiene bien claro Ruth Pérez, confesa y compulsiva compradora de chance. “A mí no me da miedo, soy adicta a esto, me encanta y me he ido de viaje, he pagado deudas, he comprado cosas por la plata que me llega”, comentó.

Y es que este es un negocio ‘pulpito’, porque tan solo en el 2015 Gelsa, Grupo Empresarial en Línea S.A., encargado de manejar todo el tema de estos juegos de azar en Bogotá y Cundinamarca, entregó 217.000 millones en premios solo a los apostadores del chance en el centro del país.

Tiene sentido, pues el chance es el juego de azar preferido por los colombianos debido a los resultados que da. “Es que la lotería toca cogerle la serie y el número o sino no se gana, por eso es mejor el chance, porque uno sabe qué apuesta y que se gana algo”, añade Pérez.

Mientras atiende el punto en donde no solo hace chance o loterías, sino también recargas telefónicas y giros nacionales, Marlen me explica que no hay que perder la fe, “apostarle al chance vale la pena, porque si usted le mete 500 pesos y lo coge completo se gana 16 millones cerraditos y quitándole el impuesto de la salud que tienen que dar”, agregó.

Este negocio le ha generado tan solo a Gelsa un total de 410.000 millones en ventas el año pasado, este 2016 esperan vender los 510.000 millones. Cifras grandes comparadas con lo que se gana un tendero como Marlen. En su caso, un poco más del mínimo, “a mí me contrata un señor y yo atiendo de 9:00 a.m. a 3:00 p.m. y vuelvo a abrir de 5:00 p.m. a 9:00 p.m.; por esto me paga más de 700 mil sin seguros, pero a no tener nada, prefiero hacer esto”, añadió.

La misma historia la cuenta uno de los loteros que casualmente entró a la tienda de chance, “tengo más de 14 años trabajando en esto y lo único que me dan es en Navidad un vino de dos mil y unas galletas ‘chichis’, pero si nos roban la lotería es a nosotros los que nos toca pagar”, comentó molesto porque tan solo el jueves pasado había ganado 33 mil pesos. Pide más garantías y seguridad para su gremio.

Al otro lado del local, y con cautela, me miraba una mujer que elegía el billete completo de lotería que iba a comprar. Le pregunté si siempre venía a jugar y me respondió: “No le voy a dar mi nombre, porque no soy boba, pero sí, siempre juego y me gusta. Lo que dicen ellos del mal pago es cierto, un día hablé con una muchacha que vendía chance y demandó porque no le pagaban seguro ni nada. Obviamente perdió porque las casas chanceras tienen mucho poder”, comentó mientras finalizaba diciendo en voz baja que no creía que la plata llegara a la salud.

Sin embargo, Gelsa, por medio de su gerente Elkin Castaño, aseguró que tan solo en el 2015 entregaron 50 mil millones de pesos a la salud.   Además, que su portafolio de servicios se amplió y le están apostando a la tecnología porque saben que es importante dar el paso otorgándoles así garantías a quienes trabajan para ellos. “ Generamos más de 13.000 oportunidades laborales a nivel departamental que están compuestos con 4000 vendedores ambulantes y 5000 tiendas afiliadas a nuestro portafolio de servicios de Paga Todo, Para Todo”, agregó.

Marlen comenta que «tener sueños y cumplirlos con ayuda del chance vale la pena». Y si bien es cierto que los juegos de azar y apuestas no distinguen estrato, la mayoría de los que se la juegan por una cifra, una serie o por recuperar lo invertido le ponen hasta fe a los 500 pesos en ese numerito. «¿Quiere hacer el chance?”, de pronto se lo gana», me dice, quien mantiene con su sueldo a su hija adolescente y su nieta.

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