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Muchos de sus habitantes aseguran que aún pueden ver, o por lo menos sentir, la presencia de los fantasmas de La Candelaria, los protagonistas de las historias más tenebrosas y lúgubres del barrio bogotano.
Sacerdotes sin cabeza, mulas hechizadas, degollados, ‘emparedados’ y duendes hacen parte de este recorrido que por obligación debe hacerse de noche para ver si de suerte se los puede encontrar cara a cara.
En este recorrido, en compañía de AE Travel Colombia, también aprenderá un poco de la historia de Colombia. “La Candelaria es un barrio que tiene mucho que contar. Siempre tenemos relatos diferentes y por eso a las personas les gusta. Puedo decir que he vivido en algunos momentos experiencias que no puedo explicar”, compartió con Publimetro Linda Pérez, guía del recorrido.
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Y ella no es la única que lo asegura, en uno de los restaurantes tradicionales del sector comentan, incluso los comensales, que se siente la risa y los pasos de una niña traviesa de más o menos unos seis años que de vez en cuando aparece mientras están comiendo.
También hay algunas más tenebrosas y escalofriantes como la de Sebastián, un hombre que vivía en una casa esquinera, ubicada más o menos tres cuadras arriba de la Plaza de Bolívar, de quien se decía realizaba rituales satánicos en un baño lleno de azulejos. “El hombre vestía muy bien, muy pinchado, usaba gomina para el pelo y todo, pero se dice que era el que raptaba las niñas y las degollaba, las mataba para sus rituales”, agregó Linda.
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Puede que muchos sean escépticos frente a estos relatos; sin embargo, los habitantes del sector aseguran que esos espíritus en pena se sienten e incluso muchos no aguantan y se van, “acá debajo de la Universidad de La Salle quedaba una pizzería, se fueron porque les movían todo y todavía se siente a Russy subiendo desde la Plaza de Bolívar hasta su casa diciendo que es inocente”, comentaron algunos de los habitantes que conocen el tour.
Y hablando de José Raimundo Russy, quien era una el abogado de los pobres y delincuentes, se vio involucrado, por error, en el asesinato de Manuel Ferro. Russy fue acusado y colgado en la Plaza de Bolívar, cuando le pidieron que dijera sus últimas palabras él solo gritaba“¡Soy inocente!”, aún así lo colgaron. Años después se dieron cuenta que los verdaderos asesinos de Ferro habían sido una banda de ladrones que vivía en el sector. Sin embargo, muchos aseguran que aún ven y escuchan a Russy, vestido con una capa negra, subiendo desde la Plaza hasta su casa gritando que es inocente.
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Existen historias un poco más macabras como la de la ‘emparedada’. Más o menos en el año 1800 las personas que no tenían donde enterrar a sus seres queridos, los ponían entre las paredes de las casas, así le pasó a la mujer con la que inició esta práctica. Sin embargo, a ella la ‘emparedaron’ por envidia y por bonita; ella llegó a Bogotá desde el campo para arreglar casas y consiguió donde una señora de sociedad que al principio la quería mucho, pero el esposo de ella se interesó en la joven lo que llenó de envidia y rabia a la mujer.
Fue tanto su odio que decidió cortarle la boca de oreja a oreja, no darle de comer y meterla viva en medio de una de las paredes de la casa para que sufriera. La joven finalmente murió y años más tarde sus restos fueron encontrados; se dice que aún habita la casa y que no ha podido descansar en paz.
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Si usted está interesado en conocer más historias de fantasmas puede comunicarse a los números de celular 3135725157- 3168249200 o escribir un correo a info@aecolombiatravel.co.
Acá podrá ver el video con algo de lo que podrá disfrutar en el recorrido.
