Durante esa acción fueron detenidas 15 mujeres en el sector conocido como la plaza de la Mariposa, en San Victorino.
Muchas de ellas denunciaron que fueron amordazadas, y que a otras les dañaron su bolso. Otra, por su parte, aseguró que le pegaron y que en el camión en el que fueron trasladadas a la UPJ de Puente Aranda, las agredieron.
“Además, nos trataron de putas, degeneradas y cochinas a pesar de que no todas eran trabajadoras sexuales”, dijo una de las testigos a El Espectador.
Ante los polémicos hechos, el lunes se llevo a cabo una reunión entre la Policía, la Secretaría de Gobierno, la Secretaría de la Mujer, la Defensoría del Pueblo y representantes de la Organización Parce (quienes defienden los derechos de las trabajadoras sexuales), con el fin de buscar soluciones para que no sean vulnerados sus derechos.
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Por el momento, según el mayor Edison Cuéllar, comandante de recuperación del Espacio Público de la Policía metropolitana de Bogotá, quien habló con El Espectador, hay un decreto, el 098 de 2004, que dice que en las zonas recuperadas de la capital no puede haber ninguna ocupación que invada el espacio público.
Aseguró que en ese sector la gente se queja por la inseguridad, y que cuatro de las mujeres detenidas en el operativo contra trabajadoras sexuales tenían armas blancas.
Además, afirmó que no se está prohibiendo la prostitución, sino que se están realizando controles en los lugares y horas en las que realizan su trabajo.
