"Estar de vuelta en esta situación nos está matando", dice Chris Cookson desde el hospital en el que su hijo de pocas semanas de vida, Carter, pasa lo días entubado a la espera de que aparezca un donante de corazón.
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El pequeño Carter nació el pasado 26 de diciembre, pero los médicos le han dado cinco semanas de vida a menos que se le realice un trasplante de corazón.
Chris y su pareja, Sarah, sienten que están volviendo a pasar por lo que sufrieron con su primer hijo, Charlie, que padecía una enfermedad que afectaba sus músculos y huesos y ponía en peligro su sistema inmunológico.
Charlie falleció en 2013 antes de cumplir los 3 años.