El dolor menstrual que sufría Alex Roach, una británica de 24 años, era tal que le impedía realizar sus tareas del día a día.
Sin embargo, los médicos lo diagnosticaban como algo "que le pasa a las mujeres".
La joven tuvo que esperar siete años y consultar a numerosos médicos para poder descubrir por qué estaba sufriendo tanto: tenía endometriosis.
Es una enfermedad que provoca que la capa interna que recubre el útero se desarrolle en otras partes del cuerpo, y puede conducir a infertilidad.
Esta británica no es la única que ha tenido problemas para ser diagnosticada. Las autoridades sanitarias británicas están pidiendo que haya más concientización entre médicos y profesionales de la salud para entender mejor el trastorno.