Ignacio, Claudio, Pablo, Gerardo, Ismael, Bartolomé, Matías, Tadeo, Tomás, Simón, Juan, Alberto y Maruán tienen distintas edades y niveles culturales. Entre ellos hay escritores, empresarios, reclusos, profesores, cineastas. Compartieron sus historias, pero pidieron ocultar su identidad.
La autora mexicana Lydia Cacho (1963) les eligió un nombre y escribió "#ELLOSHABLAN. Testimonios de hombres, la relación con sus padres, el machismo y la violencia".
Con una amplia trayectoria como periodista comprometida con los derechos humanos, Cacho ha investigado y escrito sobre el abuso y la explotación sexual de niños y niñas en sus libros "Esclavas del poder" y "Los demonios del edén". Esas denuncias pusieron en riesgo su vida. Hace 12 años fue detenida y torturada para silenciar su trabajo.
Después de décadas de reflexión feminista, decidió que era el momento de escuchar a los hombres, que en "#ELLOSHABLAN" desnudan "las cicatrices emocionales que les dejó la educación para llegar a ser hombres de verdad".
Testimonios reveladores
Ignacio cuando habla de su padre dice: "Su mano era un puño", "Enrojecía mi piel hasta herirla".
"Comencé a detestar secretamente a mi madre por no haberme protegido de la rabiosa angustia de su esposo".
Claudio: "Lo veía pavonarse frente a mi madre, que desarrolló un silencio estoico ante la humillación constante. Algo dentro de mí lo admiraba con franco azoro". "Su forma de herirnos consistía en pasar a nuestro lado sin mirarnos…"
Pablo: "Tendría 10 años cuando vi a mi padre con un hombre". "Creo que mi madre lo sabía. Sabía que las familias se pusieron de acuerdo para casarlos, aunque a él le gustaran los hombres".