Muchos se quedaron fuera, aunque el estadio tiene más de 43.000 asientos.
Esta vez no fue el fútbol el que llenó las gradas, sino María Felicia de Jesús Sacramentado, la monja carmelita que se convirtió el fin de semana en la primera beata de Paraguay.
La beatificación de Chiquitunga, como popularmente se conoce a esta monja en el país llenó el estadio General Pablo Rojas, donde juega el Cerro Porteño -el más grande de Asunción- a miles de feligreses.
También estuvo el presidente saliente, Horacio Cortés, y el electo, Mario Abdo Benítez.
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Para oficiar la celebración, el papa Francisco envió al cardenal italiano Angelo Amato.
Además, 60 monjas carmelitas descalzas también asistieron para alabar a quien "desde los 14 años se dedicó intensamente a la oración y el apostolado en la Acción Católica de Paraguay" y catequizó a "niños, jóvenes, trabajadores, universitarios con problemas, pobres, enfermos y ancianos".