Podía aterrar, perseguir y desgarrar a sus víctimas.
Pero hay algo que no podía hacer: sacar la lengua.
El gran Tyrannosaurus rex, el dinosaurio carnívoro que fue uno de los mayores depredadores del planeta, medía hasta 4 metros y tenía 12 metros de largo.
El T. rex aparece en films e ilustraciones rugiendo y sacando la lengua, pero esta representación está totalmente errada según un nuevo estudio de la Universidad de Texas en Estados Unidos y la Academia China de Ciencias.
"Los dinosaurios no podían sacar la lengua como los lagartos. Al contrario, sus lenguas probablemente estaban fijadas al fondo de la boca de una manera parecida a la de los caimanes", señalaron en un comunicado los científicos de la Universidad de Texas.
Huesos
Los científicos compararon los huesos hioides de pájaros y cocodrilos modernos con los de restos conservados de dinosaurios, pterosaurios (reptiles voladores) y caimanes.