Es lunes por la noche y un conocido restaurante cerca del centro de San Pedro Sula muestra un lleno más que aceptable.
Pero Orlando, uno de los meseros de Chedrani, dice que entre semana se ven menos clientes que antes.
Aunque si la gente sale menos por la noche es, según él, debido a "la situación económica" y no por el miedo a la violencia que tradicionalmente ha caracterizado a esta ciudad en el norte de Honduras.
"Yo creo que la gente ya no sale con tanto miedo como hace unos años. Yo mismo cuando acabo mi turno, me voy a la disco a bailar con compañeros… y puedo estar hasta las 2:00 o 3:00 de la mañana", asegura.