Este martes se inauguró el que fue calificado como "el proyecto del siglo" de Rusia.
Es la obra de ingeniería más ambiciosa del país hasta la fecha y toda una declaración de intenciones de Moscú sobre su control de Crimea, la disputada península que se anexionó en 2014.
El nuevo puente sobre el estrello de Kerch unirá Chushka, en el extremo occidental de la península de Tamán, con el puerto de Kerch, en la costa oriental de Crimea, elevándose sobre el mar Negro y el mar de Azov con un arco gigantesco de 6.000 toneladas.
El presidente ruso, Vladimir Putin, inauguró la obra cruzándola a bordo de un camión.
Para la Corte de Justicia de la Unión Europea, la construcción de este puente constituye una violación de la integridad territorial de Ucrania.
Putin pretende sellar con este cruce la anexión de un territorio que resulta vital para el intercambio comercial entre Oriente y Occidente, y que hasta marzo de 2014 era controlado por Ucrania.