En cuestión de horas, dos hechos pueden marcar la historia de Malasia para siempre.
Primero: que los resultados de las elecciones parlamentarias que se realizaron este miércoles significarían el fin de la hegemonía política que controla el país desde hace 60 años.
Segundo: que un hombre de 92 años, que ya gobernó Malasia durante dos décadas, se puede convertir en el primer ministro más viejo del planeta.
Toda esa historia se resume en un solo nombre: Mahatir Mohamad, quien regresó de su retiro voluntario de la política -después de haber sido primer ministro entre 1981 y 2003- para vencer en las elecciones a quien fuera su discípulo, Najib Razak.
Najib ejerce como primer ministro de Malasia desde 2009 y estaba buscando una nueva reelección. Hasta que apareció Mahatir, quien no solo volcó al electorado a su favor, sino que lo hizo liderando una coalición opositora a la Organización Nacional de los Malayos Unidos o Frente Nacional, el partido que ha dominado el país desde que éste ganó su independencia en 1953 y al cual perteneció.