Cuando Alex, el hijo de Sarah Hill comenzó a quejarse de dolores en las piernas, su médico les dijo que no se preocuparan.
Pero ése fue uno de los primeros signos de que el niño tenía enfermedad de Parkinson, un trastorno asociado con los mayores de 60 años.
Alex Hill tenía 8 años cuando su madre pensó que el niño tenía algo seriamente malo.Sarah notó que se quejaba de que las piernas le dolían durante varios después de haber participado en una clase de educación física.
Y ella se dio cuenta de que el niño arrastraba una pierna cuando estaba cansado. "Pensé que eso no estaba bien en un niño tan pequeño", le cuenta a la BBC.