El volcán más antiguo de Europa, el Monte Etna, se está deslizando hacia el mar.
Los científicos determinaron que toda su estructura, que se encuentra en la isla italiana de Sicilia, se acerca lentamente hacia el Mediterráneo a un ritmo de 14 milímetros por año.
El equipo liderado por Reino Unido asegura que esto puede provocar riesgos en la zona en el futuro, así que es necesario un control exhaustivo de la situación.
Sus descubrimientos fueron publicados en el Boletín de Vulcanología.
"Yo diría que no hay motivo para alarmarse, pero es algo que debemos vigilar. Sobre todo para detectar si este movimiento se acelera", le dijo a la BBC el líder de la investigación, John Murray.
El geólogo de la Open University ha estudiado este volcán, el más grande de Europa, durante casi medio siglo.
Instaló una red de estaciones GPS de gran precisión alrededor de la montaña para estudiar su comportamiento.
Estas herramientas son sensibles a cambios milimétricos en la forma del cono del volcán. Murray aseguró que, tras 11 años, hoy es obvio que la montaña se mueve en una dirección Este-Sur-Este hacia el pueblo costero de Giarre, que se encuentra a unos 15 kilómetros de distancia.
El Monte Etna se está deslizando sobre una pendiente muy ligera, de entre 1º y 3º. Esto es posible porque se asienta sobre una plataforma de sedimentos débiles y maleables.
No hay que alarmarse
El equipo de Murray condujo experimentos de laboratorio para ilustrar lo que está sucediendo.
Los científicos creen que es la primera vez que se observa de manera directa el deslizamiento de los cimientos de un volcán activo.