Imagina un "millennial".
¿Qué ves?
¿Un joven obsesionado con las redes sociales y los selfies? ¿Una freelancer que se pasa el día "pegada" a la pantalla de la computadora? ¿Un instagramer que siempre está a la última y que todavía vive con sus padres?
Es posible que todas esas afirmaciones respondan al perfil de quienes pertenecen a la llamada "generación del milenio".
Pero ¿cuánto hay de mito y cuándo hay de realidad?
Los "millennials" tienen muy mala prensa. Hay miles de artículos que critican con dureza a la llamada"generación perdida" o "generación smartphone". Les acusan de frívolos, consumistas y egoístas; de vagos y superficiales; de ser "la peor generación".
Algunos, como el controvertido columnista del diario El País Antonio Navalón, aseguran que les falta compromiso social y vinculación con el pasado.
- "La Generación Smartphone no está preparada para la adultez" (y tiene menos sexo y bebe menos alcohol)
- ¿Por qué la generación "selfie" no encuentra trabajo?
Y, curiosamente, algunas de las críticas más duras vienen de los propios "millennials".