“El silencio y escuchar a la naturaleza es lo más lindo que tiene el parque. Aquí no escucharás un picó o el ruido de la ciudad porque es un santuario para escucharse a sí mismo”, dijo el pescador Anselmo Llanos, mientras remaba en su bote en el Parque Isla de Salamanca.
Después de vivir más 40 años, producto de la pesca, este hombre conoce todos los rincones secretos del lugar y la riqueza en fauna y flora que posee. “Yo no sé porque dicen que es una sola isla y todos llegan pensando en un islote siendo que el parque tiene docenas de islas regadas entre la vía Barranquilla hasta Santa Marta”, describe el hombre mirando hacia la inmensidad de un horizonte verde que no parece terminar.
La geografía del lugar le da razón al pescador, debido a que el parque cuenta numerosas islas que se formaron de la sedimentación del río Magdalena y que están intercomunicadas por pequeños canales a ambos costados de la vía que conduce de Barranquilla a Santa Marta.
La geología de la zona marca una época evolutiva de hace más de 30 millones de años cuando se elevó la Sierra Nevada y la bahía fue naciendo entre el río y el mar.
“El área cuenta con 52. 200 hectáreas y es el sitio ideal para la llegada de aves migratorias a esta zona del Caribe colombiano y por ello el parque cuenta con sitios de avistamiento para aves, lugares de anidación que permiten al turista tener un contacto propio con la naturaleza”, explicó Blas Castillo miembro del equipo del Parque a PUBLIMETRO.
Esta extensión de área verde provee a Barranquilla de aire fresco que es atraído por las brisas hacía el río Magdalena convirtiéndose en un pulmón natural vivo.
Entre las aves se pueden avistar el águila pescadora, el barraquete aliazul, la gaviota, la garza blanca, el famoso Martín pescador, el pato aguja, el pato cucharo y el pelícano y el colibrí de la ciénaga que es un ave endémica de la zona junto al tordo. “A veces siento el canto de pájaros que no distingo y todos los días se puede ver un pájaro nuevo”, aseguró Anselmo.
Entre las actividades para los turistas, sus cuidadores recomiendan planear su viaje con tiempo. “Los recorridos se realizan desde el centro de visitantes en Los Cocos, en desplazamientos acuáticos por el Caño El Dedo, el Caño Las Lanchas hasta llegar a las diferentes ciénagas que encontramos dentro del área como la ciénaga de La Tascosa, la ciénaga del Medio, la ciénaga del Torno, la ciénaga de Cuatro Bocas y todo el complejo lagunar de la ciénaga grande de Santa Marta”, aconsejó Castillo.
El parque posee varios títulos para su protección. Fue declarado como Área de Importancia para la Conservación de las Aves (AICA). En 1998 fue señalado como sitio Ramsar de importancia mundial, y en noviembre de 2000, como Reservas de la Biosfera por la UNESCO.
De acuerdo a Parques Naturales, esta reserva ambiental posee 98 especies de invertebrados, 9 especies de anfibios, 35 especies de reptiles, más de 140 especies de peces, 199 de aves, muchas de ellas migratorias, endémicas y residentes y cuenta con la existencia de 33 especies de mamíferos entre mapaches, nutrias y zorros como el cangrejero o perruno.
Problemáticas
Pese a que hoy este santuario está lleno de vida, no todo el tiempo fue así. En la década de los ochenta con la ampliación de la vía Barranquilla a Santa Marta ocurrió un desastre natural.
“Eso jamás lo investigaron ni hubo encarcelados, pero quienes hicieron la vía no se les ocurrió abrir canales para que el agua salada del mar de se mezclara con el agua dulce del río y el manglar pudiera sobrevivir”, recordó el pescador.
En aquella época cientos de hectáreas de mangle se perdieron para siempre, debido a que el agua no era apta para este ecosistema. “Los palos se secaron todos, las aves no volvieron, la pesca cesó y uno lloraba al ver los troncos viejos de más de 12 metros de altura sequitos hoja a hoja”, lamentó el lugareño.
La entidad de Parques Nacionales se encargó de abrir nuevos canales y de estudiar las mareas de la bahía para recuperar el manglar, que hoy día, aunque no es un fiel reflejo de su antigua grandeza se ha ido recuperando poco a poco.
Otro de los males del parque es la quema indiscriminada por parte de cazadores, agricultores y ganaderos que en el área desatan enormes incendios forestales afectando a la fauna, la flora y hasta a la urbe de Barranquilla debido a que la corriente de los vientos arrastra el humo hasta la ciudad.
La reserva pese a sus problemáticas es un lugar ideal para el senderismo, la fotografía y la observación de la naturaleza. “El mangle nos ha dado todo, los pescados, los cangrejos, las jaibas, el caracol y el milagro de ver a las tortugas gigantes anidando en estas playas”, concluyó el pescador.
Recuerde que
Algunos recorridos acuáticos no están habilitados. (Solo están habilitados los senderos interpretativos Los Cocos). Existen varias cabañas de vigilancia, pero actualmente no están disponibles los lugares para alojamiento, por lo cual las visitas al área protegida deberán programarse con duración de un día a la vez.
Es mejor visitarlo en
Los meses secos van de diciembre a abril y de junio a agosto. Los lluviosos van de mayo a junio y de septiembre a noviembre.
Precios
Entrada
Visitantes nacionales: $17.000
Visitantes extranjeros: $40.000
Niños y estudiantes: $9.000
Automóvil: $12.500
Colectivo: $30.000
Bus o buseta: $71 .000
Moto: $8.000
Senderos acuáticos:
Desde $200.000 por 10 personas. Duración: de 1 a 5 horas.
Senderos terrestres:
Desde $20.000 por 10 personas. Duración: 40 minutos.
(Reserve con anticipación)
Recomendaciones de Parques Naturales:
- Transite siempre por los caminos y senderos ya establecidos en vías terrestres y acuáticas.
- Recomendamos la compañía de un guía o intérprete local.
- Portar documentos de identidad y seguro médico vigente.
- Las mascotas u otros animales domésticos son prohibidos dentro de las áreas protegidas.
- Se recomienda la vacuna contra el tétano y la fiebre amarilla, diez días antes del viaje.
- Atender las recomendaciones de los funcionarios del Parque y los guías locales.
- Respetar y cumplir la señalización establecida.
- Sacar los residuos sólidos generados dentro del Parque.
- No suministre alimentos o ni deje residuos en el camino para no alterar la dieta de las especies.
- Para no perturbar la tranquilidad de las especies animales, el uso de flash debe ser apagado oportunamente.
- Cuando ingrese al área en automóvil, circule despacio.
- Prevenga incendios evitando hacer fogatas, usar velas y recipientes de vidrio. Debe asegurarse de apagar las colillas de cigarrillo y guardarlas en una bolsa.
- Evitar llevar elementos nocivos que atenten contra la biodiversidad tales como aerosoles, armas de fuego o elementos de limpieza no biodegradables como champú y jabón.
- Actividades como la cacería y la pesca están totalmente prohibidas en las áreas protegidas.
- No se deben ingresar radios, como tampoco otros objetos que puedan perturbar a otros y a la fauna local.
- La observación de aves requiere mínima perturbación, por lo cual se requiere el uso de binoculares para admirar su comportamiento y belleza en su hábitat natural. Por ninguna razón se debe asustar a las aves con el fin de hacer que alcen vuelo.