El bailarín, corégrafo y director del Colegio del Cuerpo celebrará en el mes de septiembre los 20 años de creación de su compañía de danza que trabaja con población vulnerable en Cartagena. Para ello tendrá como invitada especial a Lisa la hija del cantautora Nina Simone y musa de inspiración de su montaje ‘Negra/Anger’. La obra que denuncia en el racismo y la xenofobia será presentada este sábado en el Malecón del Río a las 6 p.m. con entrada libre. El artista que ha llevado la danza colombiana por el mundo habló de política, de su pasión por la escritura y del sueño de crear una sede física para el Colegio del Cuerpo.
¿Cómo será la presentación que tiene preparada para Barranquilla?
Esto es la cristalización de un sueño largamente acariciado desde hace tiempo. Yo quería establecer un puente permanente con la danza barranquillera y con el movimiento cultural de la ciudad. Hemos venido muy pocas veces y siempre estamos tan cerca y tan lejos que es una paradoja por así decirlo. Vamos a presentar nuestra última creación que es este homenaje a Nina Simone con la obra ‘Negra/Anger’ un montaje para 32 bailarines.
¿De qué manera ha sido la interacción de bailarines barranquilleros con los del Colegio del Cuerpo?
Hemos optado por ese sistema de alternar con bailarines locales no solo en Barranquilla sino en otras ciudades del mundo. Llegamos con un núcleo del Colegio del Cuerpo y a donde vamos reclutamos bailarines locales lo que permite un intercambio, un diálogo, una interacción y eso ha sido muy importante. Llegaron ya a Barranquilla dieciocho bailarines de Cartagena con la co-directora y aquí reclutamos dieciséis. Ósea que vamos a hacer treinta y cuatro bailarines en escena este sábado en el Malecón del Río. Se inscribió muchísima gente y estoy sorprendido del nivel de convocatoria, el entusiasmo, la respuesta. Ha sido fantástico. Yo estoy muy conmovido, muy tocado, muy estimulado de ver la entrega, la generosidad con que se han entregado a nosotros también porque vemos que este es un país donde la gente ama bailar.
Este año el Colegio del Cuerpo cumple veinte años ¿Qué recuerda de sus inicios?
Han sido veinte años arduos pero es una lucha que llevaba desde antes de la creación del Colegio del Cuerpo en 1997 y en septiembre cumplimos los veinte años. Sabía que cuando decidí venirme a la costa, a Cartagena, que es la ciudad de mi familia, estaba seguro que iba a encontrar talento y lo que no sabía es que iba a encontrar tanto talento y realmente ha sido un descubrimiento y una labor tan gratificante trabajar con estos jóvenes provenientes la gran mayoría de los sectores más desfavorecidos de la ciudad. Ya estamos logrando el sueño original del Colegio que era lograr lo que nosotros llamamos el estrato “T” el estrato talento y así lograr romper las diferencias sociales, raciales, económicas, etc. Y que la gente se reconozca en torno al arte sus capacidades, su talento, su verdadera riqueza.
Leemos sus columnas y escritos en diversos medios ¿Cuándo nació su interés por la escritura?
Esa vena de escritor viene desde antes de encontrar la danza porque comencé en la danza ya estando muy viejo. Primero estudié literatura, filosofía, teatro y trabajé con niños en la calle en Bogotá. Estuve durante mucho tiempo muy perdido y buscándome desesperadamente. Creo que tuve una educación muy tortuosa y estuve siempre en el lugar equivocado y en el colegio que no era para mí. Yo era un artista y el Liceo San Carlos era un colegio para tecnócratas, para ingenieros, para matemáticos y siempre estuve al borde de salir expulsado. Desde ese paso por el colegio empecé a escribir por la angustia y por la desazón en la que vivía. Después cuando logré salir a otro colegio tuve una maravillosa profesora de literatura que me salvó la vida. Empecé a escribir con mayor disciplina y quería ser poeta y dedicarme a la literatura, pero la vida me llevó por el lado del teatro de allí a la danza. Este año cumplo sesenta años el mes entrante y siempre he escrito y me ha gustado la literatura. La palabra es para mí algo tan natural como el movimiento y siempre digo que un escenario vacío es como la página en blanco.
Recientemente firmó una carta junto a otros intelectuales del país apoyando la candidatura de Humberto de la Calle a la presidencia ¿Qué destaca de este dirigente en la política?
Creo que Humberto de la Calle es la persona que en este momento puede de la manera más serena y ecuánime conducirnos hacia la reconciliación. Sabemos que estamos muy polarizados, sabemos que personas han desprestigiado el proceso de paz. Fueron seis años en todos estos desvelos negociando la paz con estos guerreros y haber logrado llevar a esa gente a entregar las armas, a desmovilizarse, a convertirse un partido político creo que es un sueño que no imaginamos que íbamos a ver en vida, sobre todo los de mi generación. Yo no he visto un solo día de paz en este país. Cuando firmaron el proceso de paz no salimos a la calle a celebrar. La paz se firmó, las armas se entregaron, se desmovilizó esta gente y la vida continuó en Colombia como si nada. Al contrario, mucha gente me decía que si no nos importaron cincuenta y dos años de guerra, que nos van a importar unos cuántos meses de paz y así es. Quisiera que Humberto de la Calle que tiene una gran experiencia, una fuerza tranquila como él mismo dice y un bagaje político pueda conducir a este país.
¿Cómo ha visto el renacimiento de los movimientos de supremacía blanca en Estados Unidos que tanto denuncia en su arte?
Es increíble porque toda esta polarización que está viviendo el país también la vivimos a nivel mundial. Todos estos extremismos, el terrorismo y todos estos actos terribles que le ocurren todos los días a la humanidad. Debo decir que pienso como opinaba Gramsci “soy un pesimista en el pensamiento y optimista en la acción”. A veces digo que la humanidad no tiene remedio. Me doy cuenta que todo esto que está pasando en Estados Unidos con Trump y la supremacía blanca y estos retrocesos que hemos dado el tema de la obra ‘Negra/Anger’ inspirada en la lucha de Nina Simone sigue vigente e igual de viva y que nada ha cambiado. Solo que hubo un presidente negro en Estados Unidos, pero el cambio y el retroceso ha sido total. Caer de Obama a Trump ha sido como caída en seco. Hablando con la hija de Nina Simone, que viene el 10 de septiembre a Cartagena, para ver la obra dedicada a su madre en el Castillo de San Felipe, ella me dice que “la lucha de mi madre sigue viva, sigue en pie”. La obra ‘Negra/Anger’ nació contra el racismo y terminó convirtiéndose en un canto corporal que celebra la diversidad, cultural, étnica con bailarines de todas las procedencias y colores y con ellos celebramos ese patrimonio que tiene Colombia que es la danza.
¿Qué necesita el Colegio del Cuerpo para consolidar su sede física en Cartagena?
Necesito un gran benefactor, empresas o fundaciones que crean en el proyecto y que me ayuden a consolidar ese legado que queremos dejar allí. Ya tenemos un bellísimo terreno de cuatro hectáreas en la localidad de Pontezuela a quince minutos de Cartagena en el centro del desarrollo multimillonario que se está dando allí. Es el único proyecto de esa zona que es sin ánimo de lucro, realmente social, humano, artístico y educativo que está tratando de involucrar a poblaciones de todos los niveles y eso que llamamos el estrato “talento”. Estamos trabajando con los niños del Colegio Británico, con los niños afrodescendientes de Pontezuela de estrato uno y necesitamos a alguien que crea en esta utopía del arte como vehículo de transformación social, dignificación y una nueva noción de riqueza. En un mundo que ha perdido el norte, en un país que está ahogado en corrupción, porque la gente ha perdido los valores y aquí solamente importan los precios, la tajada que cada uno puede sacar. No importa el país, no importan los niños, no importa el futuro, no importa nada.
¿Qué opina de la próxima visita del Papa a su ciudad Cartagena?
No soy católico practicante aunque si me considero una persona muy espiritual y muy identificado con el mensaje de Cristo. Creo que la visita del Papa es importante porque es un país católico y hay mucha gente que lo escucha. También hay mucha gente católica que está en contra de la paz que no ha entendido la importancia de este proceso, que se ha dejado confundir con todas estas mentiras y todos esos enredos. Pienso que es importante que el Papa Francisco como jefe de la iglesia venga a darle un espaldarazo a la paz. Pienso que sí aceptó a venir es porque ya se han puesto las piedras y ahora tenemos que empezar a construir la paz porque el silencio de los fusiles no es la paz, pero por lo menos es la condición para poder oírnos y poder hablar.
¿Cuáles son los planes futuros del Colegio del Cuerpo?
El proyecto de nuestra sede es una prioridad enorme. Tenemos muchos viajes con la compañía. Nos vamos en octubre para Francia con ‘Negra/Anger’ y vamos a hacer un proceso similar al que hicimos aquí en Barranquilla e ir trabajando con bailarines locales y cartageneros y lo hemos hecho en varias ciudades del mundo. Tengo un proyecto de una nueva obra que me ha pedido el Teatro Mayor Julio Mario Santo Domingo en Bogotá y la he llamado la ‘Consagración de la paz’ basada en la ‘Consagración de la primavera’ de Igor Stravinsky para hablar de la necesidad de consagrar la paz.