Durante la Semana Santa, además de participar de las procesiones y los templos en el Valle del Cauca, también podrá disfrutar de su gastronomía, desde los encocados de Buenaventura hasta los amasijos tradicionales de Cali, pasando por el sancocho de gallina de Ginebra o el café de Sevilla.
Según datos preliminares del Sistema de Información Turística del Valle del Cauca – SITUR Valle, operado por Cotelco, esta Semana Santa se prevé un aumento en el número total de visitantes en comparación con el 2024, alcanzando un total de 597,353 personas, lo que representará un incremento del 3,5% respecto al mismo período en 2024.
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Recomendados de la gastronomía en el Valle del Cauca
“Con una cocina diversa que utiliza hierbas y especias, moldeada por la mezcla de culturas indígenas, afro y española, incluyendo la riqueza de ecosistemas que ofrecen sus frutos a los fogones de cada municipio. Desde las cazuelas más elaboradas hasta el jugo más sencillo, la cocina del Valle es completamente deliciosa e ingeniosamente recursiva”, dijo Julián Franco Restrepo, secretario de Turismo.
- Buenaventura: el mejor festín del Pacífico
Los fogones de las cocineras tradicionales mantienen vivas las recetas ancestrales que han pasado de generación en generación. Platos como el encocado de camarón, la piangua en coco y el arroz con toyo son infaltables en las mesas de la región.
Además, no se puede hablar de Buenaventura sin mencionar sus bebidas como el viche, el curado, el arrechón y el tumba catre, declaradas Patrimonio Cultural Inmaterial de la Nación. Dentro de los lugares para visitar se recomiendan Uramba Cocina, en el casco urbano, o las cocineras tradicionales de Bahía Málaga.
- Más allá de la tradición: alta cocina en Cali
Cali es reconocida como una de las ciudades gastronómicas del mundo por la red francesa Délice, ofrece una mezcla de tradición e innovación. Durante Semana Santa, los amasijos como el pandebono (reconocido hace poco como el mejor pan por Taste Atlas), las marranitas y los aborrajados son protagonistas.
Pero si busca alta cocina, puede encontrar a Chefs como Catalina Vélez, del restaurante Domingo, fusionan la tradición vallecaucana con técnicas internacionales. “Nuestra cocina cuenta historias. Cada plato es un viaje por los sabores y las raíces del Valle”, dijo el secretario de Turismo. Otros destacados y con propuestas innovadoras son Martha Jaramillo (El Ringlete) y Vicky Acosta (Platillos Voladores).
- El corazón del sabor valluno en Ginebra, Guacarí y Buga
En Ginebra el sancocho de gallina en Los Guaduales o en Albania es un ritual obligatorio, pues es un plato de cocción lenta que reúne a familias enteras en torno a la mesa.
En Guacarí, el fiambre de doña Margot mantiene viva una tradición campesina, cada bocado cuenta una historia de campo y fogón. Mientras en Buga, además de la devoción al Señor de los Milagros, la chuleta de cerdo en el restaurante Don Karlos es una auténtica institución culinaria.
- La tierra del café y el canastao en Sevilla
Sevilla, Pueblo Mágico, conocido como la capital cafetera de Colombia, ofrece una experiencia única para los amantes del café. Allí, se destacan sitios como Casa Los Alpes, en donde se puede disfrutar del canastao, un plato típico que combina carnes, plátano maduro y yuca, servido en una canasta de bijao. O también, espacios como Villa Laura y Palomino, que conforman un verdadero paraíso cafetero, donde se pueden encontrar más de 100 marcas de café de especialidad.
- Sabores tradicionales en Rozo un paraje obligado cerca a Cali
A pocos minutos de Cali, en Rozo corregimiento del municipio de Palmira la comida típica puede disfrutar el famoso “Pollo en su Jugo” en los restaurantes campestres, que cada fin de semana recibe a cientos de visitantes. Uno de los lugares más aclamados es la Casa de Doña Hilda Cuero, toda una institución en la preparación de este plato.
Sin embargo, los fritos y amasijos también tienen un lugar privilegiado en esta zona y en general en todo el Valle del Cauca, con las empanadas, los pandebonos y las marranitas encabezando la lista de imperdibles

