En recientes operativos, la Fiscalía General de la Nación, seccional Cali, advirtió sobre centros de entrenamiento clandestinos en el departamento del Cauca, utilizados al parecer por disidencias de las Farc para instruir a jóvenes reclutados de manera forzada. Estos hallazgos evidencian una preocupante estrategia de estos grupos armados ilegales para fortalecer sus filas mediante la captación y adoctrinamiento de menores de edad.
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“Se ha establecido la existencia de escuelas de formación y ya tenemos la información de esta presencia en un sector de Jamundí, en el Cauca y Nariño. Hay una investigación estructural que ya se adelanta para realizar una intervención donde este fenómeno se maneje de manera no aislada, sino en conjunto con los tres departamentos para frenar el reclutamiento de los menores que son llevados hasta estos lugares”, informó María Isabel Zamara, directora de la seccional de Fiscalía Cali .
La Defensoría del Pueblo también alertó sobre la situación en municipios como Toribío, donde las disidencias han establecido campamentos destinados al entrenamiento de niños y adolescentes. Estos menores son sometidos a rigurosas prácticas militares y adoctrinamiento ideológico, vulnerando sus derechos fundamentales y truncando su desarrollo integral.
“Son muchas las escuelas de formación que hay en el Valle del Cauca y en zona rural del Cauca y algunas que no han sido identificadas por las autoridades. Este es un fenómeno que, en tiempos de guerra, estas escuelas no surten todo el proceso de la instrumentalización de los niños, sino que pasan directamente a la guerra en el departamento del Cauca y fuera de acá, lo que quiere decir que convierte a nuestros niños en carne de cañón”, indicó Eduin Mauricio Capaz Lectamo, Coordinador del área de DDHH de CRIC.
Informes recientes indican que, en algunos casos, los menores que intentan escapar de estos grupos armados enfrentan represalias extremas.
La comunidad internacional también ha manifestado su preocupación. La Organización de las Naciones Unidas (ONU) ha informó sobre un incremento en las violaciones graves contra menores de edad en Colombia, atribuyendo la mayoría de estos actos a las disidencias de las Farc. Estas acciones constituyen una flagrante transgresión al Derecho Internacional Humanitario y a los derechos de la niñez.
