En Colombia, más de 3.200 familias buscan a sus hijos e hijas desaparecidos en el marco del conflicto armado. Según la Unidad de Búsqueda de Personas Dadas por Desaparecidas (UBPD), hasta el 29 de enero de 2025, se han registrado 3.201 solicitudes de búsqueda de niños, niñas y adolescentes desaparecidos.
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De estas solicitudes, 88 corresponden a niñas, 182 a niños y 2.914 a adolescentes. Además, más de 300 de los menores desaparecidos pertenecen a comunidades indígenas, lo que evidencia la vulnerabilidad de estas poblaciones frente al conflicto.
La UBPD enfatizó que la desaparición de menores tiene impactos diferenciales, afectando de manera particular a niñas, niños y adolescentes de pueblos indígenas y afrodescendientes. Estas desapariciones no solo representan una tragedia para las familias, sino que también afectan profundamente a las comunidades y a la sociedad en su conjunto.
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En los últimos cinco años, UNICEF ha reportado más de 1.000 casos de reclutamiento de menores en Colombia. Durante la conmemoración del Día de las Manos Rojas, la organización hizo un llamado urgente para poner fin al reclutamiento y uso de la infancia en el conflicto armado. Se alertó que la falta de oportunidades y el acceso limitado a derechos fundamentales aumentan la vulnerabilidad de la niñez frente a los grupos armados ilegales.
De acuerdo a la Defensoría del Pueblo, en el 2024 fueron reclutados 409 menores, de los cuales el 61% eran niños y el 39% niñas.
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La desaparición y el reclutamiento forzado de menores vulneran todos sus derechos, poniendo en riesgo sus vidas y exponiéndolos a sufrir otras agresiones, como violencia sexual, torturas y lesiones físicas y psicológicas que pueden perdurar hasta la vida adulta. Es imperativo que el Estado colombiano, junto con organizaciones internacionales y la sociedad civil, redoble sus esfuerzos para prevenir estas prácticas y garantizar la protección integral de los niños, niñas y adolescentes en el país.
“Es importante recordar el llamado a la acción, a la articulación, a la corresponsabilidad y a la solidaridad con el fin de poder acceder a la información entre todas las instituciones que debemos articularnos. Hay muchos niños, niñas y adolescentes afectados por el conflicto; reconocemos esos impactos diferenciados y esas afectaciones”, informó Gabriel Burbano, director de Participación, Contacto con las Víctimas y Enfoques Diferenciales de la Unidad de Búsqueda.