Una fuerte explosión sacudió el sector Las Piñas en Jamundí este 7 de diciembre, dejando un saldo de siete personas heridas y un muerto, entre ellas seis policías y un civil, además de un presunto disidente de las Farc muerto. El incidente ocurrió cerca de las 8:30 a.m. en el casco urbano, en la vía que conduce al corregimiento de Potrerito.
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La Policía Metropolitana de Cali confirmó que el hecho fue causado por una moto bomba, que habría estallado a la altura de un puesto de control policial en Las Piñas. Aunque las autoridades locales inicialmente reportaron seis heridos, la Fuerza Pública añadió la muerte del presunto disidente, cuyo cuerpo quedó fragmentado. Este habría transportado el artefacto explosivo, aunque se investiga si pretendía dejarlo en la zona o si su destino era otro punto del municipio.
El ataque se suma a una serie de atentados atribuidos al frente ‘Jaime Martínez’ de las disidencias de las Farc, responsables de más de 30 actos violentos en lo que va del 2024, incluidos dos ataques con moto bomba en mayo y junio en Jamundí. El atentado de junio dejó una decena de heridos y la muerte del venezolano Rafael González, lo que evidencia la persistencia de estas acciones en zonas urbanas y rurales del Valle del Cauca.
Liderazgo y operaciones del frente ‘Jaime Martínez’
Tras la muerte de alias Majimbuú en 2022, el frente ‘Jaime Martínez’ quedó bajo el mando de varios cabecillas, entre ellos alias Esteban, quien lidera también la estructura ‘Dagoberto Ramos’. Actualmente, alias Gerson coordina las actividades delictivas en Jamundí, Dagua, Palmira y otras localidades del suroccidente colombiano. En Jamundí, alias Píncher y alias Oso Yogui dirigen las operaciones criminales, incluidas acciones terroristas contra la Fuerza Pública. Alias Tigre, capturado recientemente, era pieza clave en el transporte de explosivos y armamento.
Complejidades en el control territorial en Jamundí, Valle del Cauca
La Gobernación del Valle y el Ejército han intensificado operativos, como la operación ‘Xamundí’, para recuperar el control de zonas estratégicas como La Liberia y Ampudia, áreas plagadas de minas y explosivos. Estas localidades son fundamentales para el corredor que conecta La Playa con el Naya, utilizado para el tráfico de drogas hacia el Pacífico. La situación se agrava con la presencia de estaciones de gasolina ilegales que facilitan estas actividades ilícitas.
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La población de Jamundí vive bajo constante temor, enfrentando el silencio obligado por las amenazas de los grupos armados. El funeral de dos cabecillas muertos al manipular explosivos en La Liberia, llevado a cabo con honores por sus compañeros, refleja el control que ejercen en la región y la creciente vulnerabilidad de las comunidades.
Este nuevo ataque subraya la necesidad urgente de redoblar los esfuerzos de seguridad y control territorial para proteger a la población y contrarrestar la violencia que afecta al Valle del Cauca.
