No ha sido bien recibida por muchos la llegada de “Bruno, ambiental”, el personaje creado con IA inteligencia artificial para Noticias Caracol, que será parte del cubrimiento especial de la COP16 de Biodiversidad en Cali, a partir del 21 de octubre de 2024. Este embajador se presenta como un guía para educar sobre los desafíos ambientales actuales, utilizando sus redes sociales para difundir información clave sobre la naturaleza y sostenibilidad.
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Sin embargo, Bruno envía a la vez un mensaje contradictoria y muy alejado de lo ambiental que representa la COP 16 teniendo en cuenta que la inteligencia artificial demanda una inmensa cantidad de energía para la producción de semiconductores y está impulsando una acelerada expansión en la construcción de centros de datos. Esta rápida y masiva proliferación ha generado preocupaciones importantes, al punto que Sam Altman, director de OpenAI, ha advertido que el crecimiento de la IA podría estar conduciendo a la humanidad hacia una “crisis energética catastrófica”. Según Altman, el aumento exponencial en el uso de recursos energéticos para alimentar estos sistemas plantea serios desafíos que deben ser abordados con urgencia para evitar consecuencias devastadoras. según un artículo especializado del medio Mongabay.
“Hola, amigos, soy Bruno y seré su guía en la COP16″, anunció el personaje a través de su perfil en Instagram (@bruno.ambiental), donde invita a los usuarios a interactuar y proponer temas de interés. Bruno combina tecnología con un enfoque cercano y humano, logrando hacer más accesible el conocimiento sobre el cambio climático, la biodiversidad y otras problemáticas globales.
“Bruno, ambiental”, el nuevo presentador IA de Noticias Caracol que cubrirá la COP 16, contamina más de lo que protege el medio ambiente
Muchos lo han elogiado por su belleza, pero el trasfondo en engañoso debido al uso de los centros de datos que están proliferando en todo el mundo para satisfacer la demanda de IA, pero sobre todo en América Latina, región considerada como una ubicación estratégica por los gigantes tecnológicos. Estos centros consumen grandes cantidades de energía y agua en las regiones donde se ubican. Activistas y académicos instan a los gobiernos a detener la aprobación de nuevos centros de datos y a llevar a cabo una evaluación exhaustiva de los impactos del ciclo de vida de la inteligencia artificial. Además, piden la implementación de nuevas normativas que frenen los crecientes efectos sociales negativos asociados al desarrollo de la IA. Los expertos advierten que sin una regulación adecuada, el avance de esta tecnología podría generar daños irreversibles tanto en términos ambientales como sociales, y subrayan la necesidad de acciones inmediatas para mitigar estos riesgos.
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A medida que la COP16 se acerca, Bruno se posiciona como una figura clave en el cubrimiento de eventos ambientales, con la promesa de seguir participando en futuras iniciativas centradas en la preservación del planeta, lo cual es criticado por algunos expertos por el otro lado de las IA y su proliferación en territorios donde llegan a consumir grandes cantidades de recursos naturales.
