Los problemas del poder del microtráfico de drogas y las fronteras invisibles en la ciudad de Cali cobran vidas casi todos los días en la ‘Sucursal del Cielo’, ese es el caso de una familia caleña que lleva más de una semana viviendo un ‘infierno’ desde que una masacre se atravesó en sus vidas.
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El primer suceso fatal que tocó la puerta de estas personas fue cuando asesinaron a sangre fría a Kevin Andrés Angulo y Jeffry Steven Murillo, dos primos que fueron ultimados a balazos en una vivienda en el barrio La Isla, en el norte de Cali. En estos hechos fallecieron tres personas y una más quedó herida.
Algunos días después asesinaron a la tía de las primeras víctimas, identificada como Ingrid Jackelin Rodríguez Zamudio.
Esta familia no terminó de enterrar a sus familiares cuando comenzaron a recibir amenazas que atentaban contra su integridad física.
Uno de los integrantes de la familia indicó que la primera masacre, en la que murieron dos personas de la familia, los mataron por el tema de fronteras invisibles, “ellos no estaban estudiando ni trabajando”.
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Por otro lado, una persona allegada a la familia, informó a las autoridades la identidad de los asesinos cuando se enteró que estaban ofreciendo una recompensa para las personas que dieran información relacionada con los responsables. “Yo vi esta recompensa y me indigné, pues yo sabía quienes eran los asesinos y se lo dije a las autoridades, por eso me atreví a publicar en redes sociales la cara de los responsables, pero todo eso desató más desgracia”.
Los delincuentes amenazaban en tirar granadas a las casas de los familiares o amenazaban a allegados a la familia en acabar con sus vidas.
Ante las amenazas, la familia decidió pedirle a las autoridades protección, pero nunca llegaron.
“El jueves les dije que por favor mandaran una patrulla a la casa porque no estábamos seguros, les imploré hasta las 7:30 p.m. pero no me quisieron dar respuesta, a las 9:30 p.m. de ese día mi hermana llegó a la casa- en el barrio Olaya Herrera- y cuando se estaba bajando de la moto llegaron tres hombres vestidos de negros y me la mataron. Sonaron más de 16 disparos que acabaron con Ingrid, por más que corrimos con ella al hospital no alcanzamos a salvarle la vida”.
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La familia no sabe qué más hacer para proteger a los integrantes que siguen con vida y piden que las autoridades se pronuncien y los ayuden.