El precandidato habló con PUBLIMETRO y expresó sus deseos por recoger más de 140 mil firmas para llegar a ser candidato y escogido como Alcalde de Cali.
¿La segunda es la vencida? ¿Cuál fue la principal motivación en lanzarse nuevamente a la Alcaldía de Cali?
Cali está en su peor momento, la ciudad está quebrada, tiene miedo, las oportunidades se están escurriendo, los jóvenes, las personas mayores de 40 sienten que no hay oportunidades y yo creo que el ánimo en general en Cali está muy por el piso. En este momento es cuando los caleños tenemos que jugar por la ciudad. Yo soy una persona que le ha dedicado su vida al servicio público, llevo 17 años trabajando en temas públicos, de seguridad, de paz. Desde el gobierno nacional, en temas sociales en Cali. Yo fui el arquitecto y el director fundador de Propacífico, y como saben, me lancé hace 4 años también para la alcaldía. Entonces yo creo que hoy más que nunca es importante volver a postularme para servir a mi ciudad y poner a disposición de la ciudad mi experiencia y mi preparación para revivir a Cali.
¿Qué diferencia esta campaña de la anterior?
Yo diría que la principal diferencia es que Cali está en su peor momento. Aclaro, eso no quiere decir que Cali ha tocado fondo.Todos tenemos que entender que Cali no ha tocado fondo, que esto puede ser mucho peor. Y si nosotros elegimos mal en las próximas elecciones, la situación puede ser muchísimo más difícil para todo el mundo.
Yo siento que es distinta porque es mucho más lo que está en juego, pero también que los caleños todos entendemos que todo está en juego y que lo que necesitamos hacer es elegir al mejor alcalde, el alcalde que tenga la mejor experiencia, que tenga la mejor preparación, que tenga la moral, los valores necesarios para darle la vuelta a Cali.
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¿Cómo piensa seguir construyendo el voto de confianza en su campaña por parte de los caleños?
Hace cuatro años cuando me lancé, yo hice una premisa muy sencilla. Vamos a hacer la política sin hacer trampa. De esa manera le di tres vueltas caminando a Cali y logramos 140.000 votos. En los últimos cuatro años he seguido trabajando sin parar, con el mismo principio. Vamos a hacer la política limpia, sin trampa, de cara a la gente, para que en octubre seamos electos como el alcalde de Cali. y poder gobernar de cara a la gente, poder en verdad enfrentar los problemas que tiene la ciudad, como lo son la seguridad, la falta de empleo, los problemas de movilidad. Todos esos problemas que parecen muy difíciles se pueden resolver, pero si hacemos la política limpia, y esa es mi propuesta.
Desde su perspectiva ¿qué le hace falta a Cali?
Lo que más le hace falta a Cali es que los caleños nos sacudamos y que entendamos la política de una manera mucho más profunda. Tenemos que entender que si queremos que la realidad de Cali cambie, tenemos que elegir de una manera distinta. No podemos dejarnos enganchar por el miedo. No podemos dejarnos cuentear más por los políticos que nos llenan de odio, que nos llenan de clasismo, que nos llenan de racismo, y después llegan a robarnos. Y no podemos seguir votando de manera ligera. Es decir, hay que entender bien quiénes son los candidatos, qué experiencia tienen para poder ser alcalde de la ciudad, para poder liderarlos, qué preparación tienen para hacerlo, cuáles son los valores de esta persona. Porque el cargo más importante de la ciudad es el de alcalde. Y en este año eso quiere decir que todos tenemos que juntarnos para elegir el mejor alcalde. La gente vota por el que roba pero hace, y después se sorprenden que roban. No más .Nosotros no podemos seguir con esa filosofía de robar por quien roba pero hace. Hay que votar por el mejor alcalde.
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¿Cómo planea abordar los desafíos de seguridad ciudadana en Cali y qué medidas específicas tiene en mente para lograrlo?
Yo trabajé en la presidencia de la República durante ocho años en temas de seguridad nacional. En ese entonces yo trabajaba en la política de reintegración, fui el alto consejero presidencial para la reintegración, pero formaba parte de un grupo que se llamaba el SECAI, el Centro de Coordinación de Acción Integral. Lo que hacíamos en el SECAI es que íbamos a las zonas más complejas del conflicto. Estaban entre el 2006 y el 2014, los años más duros de la violencia. Coordinábamos la llegada, primero de la fuerza pública, con la estrategia de seguridad. Luego llegaba la justicia. Y una vez estaba estabilizada la zona desde un punto de vista de justicia, empezábamos a hacer inversión. Empezaban a llegar las otras organizaciones del Estado, el Ministerio de Educación, programas de salud, desarrollo de infraestructura. Es decir, se empezaban a desarrollar esas zonas, porque muchas veces la violencia, la razón por la cual se enquista en ciertos lugares, es porque hay subdesarrollo, no hay oportunidades y se generan dinámicas de ilegalidad.
Lo segundo que vamos a hacer es revivir unos programas sociales que se desmontaron, como son primero los TIOs, los territorios de inclusión y oportunidades, que operaban con los mismos principios que el SECAI cuando yo trabajaba en el Gobierno Nacional. Y también hay que revivir los programas de inversión en los jóvenes. En el gobierno del alcalde de Armitage había un programa que se llamaba Los Gestores de Paz, donde se beneficiaron a miles de jóvenes que entraban en un programa donde recibían formación académica, formación para el trabajo, atención psicosocial, y se iban preparando para ser integrados al sector económico, a la economía formal. Ese es un programa que era muy similar a la política de reintegración, donde yo trabajé durante ocho años, porque estaba basado en los principios de esa política de reintegración. Vamos a revivir ese programa y además de beneficiar a los jóvenes de la manera que acabo de mencionar, también vamos a trabajar con las familias, porque si vos fortaleces el núcleo familiar de estos jóvenes, en general los núcleos familiares en la ciudad de Cali, pues eso va a ayudar a que nuestra sociedad sea más estabilizada.
En Cali, la sociedad no confía en la fuerza pública ¿Cuál es el plan para que a través de que la confianza a la fuerza pública regrese, se puedan cumplir los otros puntos?
Operar sin la fuerza pública no es opción. Saquémonos de eso de la cabeza. No hay ningún país del mundo donde la policía no opere o las fuerzas del orden no opere. Ah, que se portaron mal hace algunos años, pues tienen que ser sancionados los que se hayan portado mal. Pero los que están aquí tienen que tener respaldo. Con Alejandro Eder como alcalde, la policía, las fuerzas del orden, la justicia van a tener el respaldo. Si se portan bien, pues esa va a ser una exigencia. Que se tienen que portar dentro del marco de la ley y del marco de los derechos humanos, obviamente. Si algún agente del Estado no lo hace, pues será sancionado.
Cali tiene que quedar en manos del mejor alcalde. Por eso yo pongo a disposición de la ciudad mis 17 años de experiencia en temas públicos, sociales y también empresariales. Mi preparación como experto en estudio de seguridad internacional y resolución de conflictos. Y sobre todo, mis valores. Porque vamos a ir a trabajar por Cali con una profunda vocación de servicio y a cuidar la plata de los caleños. Y de esa manera estoy seguro que vamos a revivir a Cali.